Un equipo internacional de astrónomos descifró que el choque de cuatro galaxias durante 350 millones de años foró el cúmulo de galaxias Abell 2744 o cúmulo de Pandora.
Con ayuda de los telescopios Very Large Telescope de la Organización Europea para la Investigación Astronómica en el Hemisferio Austral, el telescopio japonés Subaru, el Observatorio espacial Chandra de Rayos-X de la NASA y el Hubble de la NASA y la ESA, los científicos encontraron que Abell 2744 sería el resultado de una compleja colisión que ha producido extraños efectos nunca antes observados de manera conjunta.
«Así como el investigador de un choque va uniendo las piezas que causaron un accidente, nosotros podemos usar las observaciones de estos múltiples choques cósmicos para reconstruir eventos que ocurrieron durante un período de cientos de millones de años. Esto nos revela cómo se formaron las estructuras en el Universo y cómo interactúan entre sí diferentes tipos de materia cuando se encuentran y chocan», dijo Julian Merten, uno de los científicos que lideró el estudio publicado en la revista científica Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
«Lo bautizamos como el cúmulo de Pandora porque muchos fenómenos diferentes y extraños se desencadenaron a causa de la colisión. Algunos de estos fenómenos nunca antes habían sido observados», agregó Renato Dupke, otro integrante del equipo
«La complicada e irregular distribución de los diferentes tipos de materia es extremadamente inusual y fascinante», dijoDan Coe, el otro autor principal del estudio.
Mapeo del choque
Las galaxias en el cúmulo son claramente visibles en las imágenes del VLT y el Hubble. Si bien las galaxias son brillantes, solo se puede apreciar 5% de su masa; cerca de 20% es gas.
Por su alta temperatura sólo emite rayos-X y energía oscura, que representa cerca del 75% restante de su masa, que es completamente invisible. La materia oscura es particularmente escurridiza ya que no emite, absorbe o refleja luz (de ahí su nombre), sino que sólo se hace perceptible a través de su atracción gravitacional.
Para marcar con exactitud la ubicación de esta misteriosa substancia, el equipo aprovechó un fenómeno conocido como lente gravitacional, que corresponde a la curvatura de los rayos de luz provenientes de galaxias distantes al pasar a través de campos gravitacionales presentes en el cúmulo. El resultado es una serie de reveladoras distorsiones en las galaxias del fondo observadas con el VLT y el Hubble. Trazando cuidadosamente la forma en que estas imágenes son distorsionadas, es posible trazar un mapa bastante preciso de la ubicación de la materia oscura.
Comparativamente, encontrar el gas caliente en el cúmulo es mucho más simple ya que el Observatorio espacial Chandra de Rayos-X puede observarlo directamente. Estas observaciones no sólo son cruciales para determinar dónde está el gas, sino también para mostrar el ángulo y la velocidad a la que chocan los diferentes componentes del cúmulo.
Al parecer la compleja colisión ha separado parte del gas caliente y la materia oscura, por lo que éstas ahora se encuentra separadas una de la otra y de las galaxias visibles. El cúmulo de Pandora combina varios fenómenos que solamente han podido ser observados de manera aislada en otros sistemas.
En otra parte del cúmulo parece haber galaxias y materia oscura, pero no gas. El gas puede haber sido eliminado durante la colisión, dejando atrás sólo una débil estela.
Los cúmulos de galaxias son las mayores estructuras en el cosmos; contienen literalmente trillones de estrellas. La manera en que se forman y se desarrollan a través de repetidas colisiones tiene profundas consecuencias en nuestra comprensión del Universo. Los estudios sobre el cúmulo de Pandora, el más complejo y fascinante en su tipo encontrado hasta ahora, continúan avanzando.
Agencia El Universal