Desde que se separasen Ryan Reynolds y Scarlett Johansson no han sido prácticamente vistos juntos, aunque su separación se haya producido de una amistosa, como ellos han dicho en varias ocasiones. Tras conocerse que ya no estarían juntos más, la actriz mantuvo una relación con el, también actor, Sean Penn, con el que rompió hace unas semanas.
Pero ya no hay nada que una a Ryan y a Scarlett y, desde el viernes, son libres para hacer con sus vidas lo que quisiesen, sin tener que dar respuestas y excusas al otro. Aunque tampoco lo estaban haciendo hasta ahora, ya no tendrán que rendir cuentas, ni siquiera económicamente, ya que ambos han llegado a un acuerdo sobre las ganancias que tuvieron mientras estaban casados: se repartirán a partes iguales las ganancias de esa época. Así lo han indicado, y así se hará según tramitaron en la Corte Superior de Los Ángeles.
Eso sí, han querido dejar bien claro que aunque su separación se haya debido a causas irreconciliables, eso no significa que entre ellos sea irremediable su separación amistosa, sino que su matrimonio, lo que ha conseguido es que haya una bonita amistad entre ambos.
Scarlett y Ryan se casaron en secreto en la ciudad de Vancouver y dos años después solicitaron el divorcio. La pareja a penas llevaba un año junta cuando se casaron.
Todavía Scarlett no ha hablado sobre su relación, pero Ryan ya ha hablado sobre ello:
Los medios no fueron invitados a mi matrimonio y, definitivamente, no lo están a mi divorcio
De esta manera finaliza el matrimonio de dos estrellas de Hollywood que podían haber tenido un futuro y bonito final juntos. Ahora sólo queda esperar qué relaciones nuevas les esperan a los dos.
Con información de hiperpop.com
