Aunque aseguró que no se trató de un partido político, un destape, una acción o un movimiento contra nadie, Marcelo Ebrard encabezó ayer la presentación de la agrupación Demócratas de Izquierda, que lo impulsará hacia la candidatura presidencial.
En el World Trade Center, el jefe de gobierno del DF delineó su plataforma política. Dijo que en el país se debe combatir la delincuencia, pero no con “la guerra” de por medio. Afirmó que regresar a los gobiernos “del siglo pasado” no resolverá los problemas. “El cambio, vendrá de las izquierdas mexicanas”.
Al medio día, frente a más de 2 mil 500 personas, y luego de escuchar a seis oradores en el acto “Un nuevo camino para México”, Ebrard explicó la nueva organización: “No se trata de un partido, no se trata de un destape. Yo siempre he dicho que voy a participar en las elecciones del candidato de la izquierda”.
Aclaró que no es “un movimiento contra nadie. Es una reunión de quienes tenemos un compromiso, quienes estamos indignados con la realidad del país y, sobre todo, de las y los que queremos ofrecerle a México un cambio de rumbo, otro camino, un futuro desde la izquierda”.
En el lugar estuvieron los gobernadores de Guerrero, Ángel Aguirre, y de Sinaloa, Mario López. No llegaron Rafael Moreno Valle, de Puebla, ni Gabino Cué, de Oaxaca, que estaban invitados. Muy cerca de Ebrard también estuvo Manuel Camacho Solís, dirigente del Diálogo para la Reconstrucción de México (DIA), además de la mayoría de los secretarios de su gabinete.
El pasado es espejismo
Sin referirse a los gobiernos del PRI o del PAN, Marcelo Ebrard aseguró que “es falso, un espejismo, un engaño que por regresar al siglo pasado se van a resolver los problemas del país. Todos los regresos acaban en equívocos como decía Benito Juárez. El regreso no es opción”.
El aspirante presidencial criticó los índices de pobreza y propuso impulsar el crecimiento económico, mejores salarios, más acceso a créditos bancarios y de vivienda, triplicar la inversión en infraestructura, recuperar el sector energético, reducir la pobreza y garantizar el derecho a la salud y la educación.
Frente a líderes de cultura, deporte, economía y política nacional, se pronunció por combatir la delincuencia, pero “hay que salirnos de la lógica de la guerra, es un peligro. La guerra elimina los derechos, promueve la violencia, lleva al desastre”.
Dijo que se necesita una política de seguridad, basada en el desarrollo humano, la justicia, el bienestar social y el empleo.
“La paz en situaciones de guerra sólo se consigue con la eliminación del adversario, suele ser muy destructiva. En una situación de paz, la paz es resultado del crecimiento económico, del consentimiento y de la prosperidad para todos”, dijo.
Previo al discurso de Ebrard, y aunque los organizadores insistieron en que sería un movimiento ciudadano y apartidista, Jesús Ortega, ex presidente nacional del PRD, definió a Demócratas de Izquierda como un movimiento de renovación política, bajo la ideología de paz vía el progreso permanente, con una visión renovada del poder y la innovación de izquierda.
Aunque en ningún momento mencionó a Andrés Manuel López Obrador, Ortega dijo que este movimiento es una cuarta vía ante los que compiten por la Presidencia de 2012. Dijo que la primera es el retorno al pasado; la segunda, la continuidad estéril y la tercera, la polarización que confronta y destruye.
En el acto participaron representantes de la sociedad civil que hablaron de las necesidades para la atención a jóvenes y mujeres, la economía, la cultura y los derechos humanos.
Agencia El Universal