Poetas ingleses se desnudan por una buena causa la investigación de la diabetes

Próximamente se pondrá en circulación un peculiar calendario en el que trece poetas ingleses posan desnudos frente a la lente de una mujer. Lírica erótica devuelta al cuerpo por una buena causa: reunir fondos para la investigación de la diabetes.

Pareciera que no solo en México los poetas contemporáneos están pasando de la marginalidad y su voluntario ostracismo creador a la vida pública y al compromiso social con situaciones de atención urgente. Próximamente en Inglaterra será lanzando un calendario en el que unos cuantos poetas posan desnudos con el fin de recabar fondos para el tratamiento y la investigación de la diabetes.

Victoria Bennett, poeta ella misma y cofundadora de Wild Women Press, tuvo la inquietud de hacer algo por los enfermos de diabetes tipo uno luego de que su hijo de dos años fuera diagnosticado con este mal. Además, para conjuntar esta idea con su profesión y también con la organización que impulsa y la cual está dedicada a apoyar la labor literaria de las mujeres, pensó en reunir a colegas suyos y fotógrafas para dar vida a este audaz proyecto.

El calendario consiste en trece poetas hombres (algunos de veintitantos años y otros sexagenarios) que posaron frente a la lente de igual número de fotógrafas —doce por los meses del año y el adicional “para todas esas cosas que nunca te da tiempo de hacer”. Sabemos que el patrón habitual en este tipo de productos basados en la exposición mercantilista del cuerpo es que sea la mujer la que se somete a la mirada mecánica de un hombre, sin embargo, Bennett propuso no solo invertir este modelo cultural para intentar no reproducirlo, sino también jugar un poco con la idea igualmente generalizada de la musa como mujer que dicta al poeta los versos que lo llevarán a la inmortalidad; en este caso se intenta sugerir la idea del “hombre musa” que inspira a la mujer detrás de la cámara.

Por si esto no bastara, los modelos tampoco se desnudaron así como así ni las fotógrafas se apresuraron a captar los efímeros cuerpos del poeta. Los actos de la desnudez y la fotografía se sustentan en un poema escrito para la ocasión por una poeta inglesa. De tal suerte que las imágenes resultantes son, por decirlo de alguna manera, la encarnación viva de un poema exclusivamente pensando para ese momento: palabra devuelta al cuerpo del que sale para convertirse en poesía.

El escenario de las imágenes fue Greta Hall, residencia campestre en la que habitaron dos de los más grandes poetas románticos ingleses, Robert Southey y S. T. Coleridge, y que actualmente funciona como hotel. Entre los poetas fotografiados se cuentan Antony Dunn (de 38 años), Alan Buckley (de 46) y Max Wallis (de 21); en cuanto a las fotógrafas se mencionan los nombres de Annabel Williams y Tamara Peel; las poetas convocadas para contribuir con su talento lírico son Wendy Cope, Penelope Shuttle, Moniza Alvi y Pascale Petite, entre otras.

En suma, una interesante comunión entre el cuerpo, la palabra y la imagen, sin olvidar, claro, al mundo terrenal: el dinero recaudado por la venta del calendario se donará íntegro a la investigación de la diabetes, además del que se consiga al subastar las trece fotografías originales.