Llega ‘Il Postino’ al Palacio de Bellas Artes

México.- El estreno de Il Postino significó uno de los sucesos más importantes para el mundo de la música, por ser de las pocas piezas escritas en lengua española. Su autor, el mexicano Daniel Catán, la llevó a escena en la Ópera de Los Ángeles en septiembre de 2010. Uno de los personajes centrales, Pablo Neruda, fue interpretado por uno de sus amigos, el tenor Plácido Domingo.

La recepción fue unánime. Pronto, los teatros de Viena y París solicitaron el montaje. Catán se encontraba en la cúspide de su carrera. Il Postino era una de sus más preciadas obras, pues por primera vez se atrevía a ser su propio libretista y compositor, por ello decidió hacerle algunas modificaciones con el fin de perfeccionarla. En eso estaba cuando en abril pasado murió.

Alcanzó a ver su éxito en Viena. No llegó a ver su estreno en París. Y no confió en que México realmente deseara presentarla. “En México uno nunca sabe, cuatro veces se ha dicho que se montará y las mismas cuatro veces se ha pospuesto, así que hasta no ver, no creer”, le dijo a su amigo y colega Eduardo Diazmuñoz. “Cuando me muera, empezarán a tocarme”, le confió a su esposa, Andrea Puente.

De luto, la ópera se presentó en el Theatre du Chatelet parisino el 20 de junio. “Cada 15 minutos alguien se larga a llorar porque algo les recuerda a Daniel”, declaró Domingo tras los ensayos.

Uno de los anhelos de Catán era que su obra se conociera en su país, el que tuvo que dejar tras no encontrar posibilidades de crecimiento. Situación que, pese a nacionalizarse norteamericano, le causó tristeza. Para cumplir el deseo de su marido, Andrea Puente comenzó a movilizarse y se reunió con varios funcionarios de alto nivel.

Un homenaje era necesario, mismo que se celebró en septiembre en el Palacio de Bellas Artes, pero la deuda que se tenía con él apenas se saldaría con la realización de un montaje.

Pero este jueves será el día en que por fin la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes viajará a los años 50 y se convertirá en una isla italiana, testigo de cómo el cartero Mario Ruopplo conoce al poeta chileno y de cómo tejen una declaración de amor para Beatriz, la chica de la cafetería.

El compositor y la literatura

“La literatura es mi pasión más grande después de la música. Me apasionan las historias bien contadas y son ésas las que más me atraen para ponerles música. La combinación de música y literatura -además de la escenografía y el vestuario- hace que la ópera sea una experiencia muy intensa”, comentó Daniel Catán en 2007 al crítico Manuel Yrízar.

Para desarrollar esa pasión, el compositor recurrió a la obra y pluma de destacados escritores. En los años 80 creó su primera ópera, Encuentro en el Ocaso, contó con el libreto del escritor Carlos Montemayor, y estaba basada en el Porfiriato.

En 1991 estrenó La hija de Rappaccini, basado en un cuento de Nathaniel Hawthorne y una obra de teatro de Octavio Paz, el libretista fue Juan Tovar. El éxito continuó con Florencia en el Amazonas, basada en el realismo mágico de Gabriel García Márquez, con libreto de Marcela Fuentes-Beráin.

En 2004 estrenó su siguiente ópera: “Salsipuedes”, basada en el universo del poeta cubano Eliseo Diego.

La penúltima, pues dejó casi terminada Meet John Doe, la única escrita en inglés; Il Postino está basada en una novela de Skármeta, Ardiente paciencia (1985), más conocida como El cartero de Neruda publicada en 30 idiomas, y llevada al cine en dos ocasiones. En 1984 con el título original, por el propio Skármeta como director y guionista, y posteriormente en 1994 con el título El cartero, dirigida por Michael Radford.

Esta ópera tuvo especial significado dentro de la obra de Catán, pues es la primera en la que también fungió como libretista. Al respecto, Eduardo Diazmuñoz señala: “Daniel tenía un doctorado en filosofía, así que su manejo del lenguaje era espléndido, sin embargo, siempre quiso trabajar en colaboración. Con Il Postino me dijo que se sentía listo para ser él mismo su libretista. Se nota su maestría en cómo contar la historia y se nota que la música también viene de la misma persona, todo se vuelve una unión extraordinaria”.

Y agrega: “Como compositor y libretista logró algo sublime, tenía el control de todo. Un día me comentó que no siempre era fácil trabajar con un libretista porque no sabía cómo determinada palabra se escuchaba cantada, Daniel sí lo sabía, tenía idea de la línea dramática y sabía cómo se decían las cosas. De hecho, esto fue una de las razones por las que decidió escribir”.

Llega a México

La pieza operística en tres actos narra un pasaje del exilio en Roma del poeta chileno Pablo Neruda, personificado por el tenor español Vicente Ombuena. El cartero Mario Ruoppolo será encarnado por el tenor Israel Lozano. Mientras que Beatriz cobrará vida a través de la soprano Amanda Squitieri.

El montaje que será llevado a Guanajuato bajo la batuta de Israel Gursky, es una coproducción del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, el Festival Internacional Cervantino y el INBA, con la colaboración de la Embajada de EU en México, y la participación de la Orquesta del Teatro de Bellas Artes y el Coro del Teatro de Bellas Artes.

La dirección escénica estará a cargo del brasileño radicado en Nueva York, Ron Daniels; la escenografía y vestuario es de Riccardo Hernández, quien se ha destacado por su larga trayectoria en Broadway, cuyos decorados se han utilizado para montajes en los que ha participado figuras como Meryl Streep. Mientras que la coreografía es de David Bridel, de la Ópera de Los Ángeles.

Israel Gursky, titular de la Ópera de Los Ángeles, sobre este montaje, recientemente declaró que Plácido Domingo quedó muy satisfecho con la puesta en escena de Il Postino, pues ha sido parte de la creación y del desarrollo de las producciones que se han hecho y que lamentó no presentarse en México en el papel de Neruda.

Dijo que uno de los aspectos más importantes de la ópera es su magna producción, ya que entre cada acto se utilizan entre ocho y 10 escenografías. Gursky resaltó que el clímax de Il Postino se encuentra al final, cuando se realiza una manifestación socialista en Nápoles en la que Mario fue asesinado.

“Ahí aparece el centro político de la ópera porque se van a proyectar muchas referencias sobre el significado de por qué Neruda se encontraba en Italia -el tenor canta una aria muy bella en el segundo acto explicándolo- y eso nos lleva a darnos cuenta del tema político que subyace en esta pieza”, dijo.

Sin embargo, la poesía es también el eje de la ópera. “Es una pieza poética muy valiosa. Incluso tiene muchos textos de poesía, como la primera aria de Neruda, que se basa en el poema ‘Desnuda’, e interpreta para demostrarle a Mario cómo se escribe una poesía. La poesía está siempre muy presente, por ejemplo también en los textos que hace Mario cuando se vuelve poeta”.

La historia inicia cuando Mario le hace una pregunta, en apariencia inocente, a Neruda. “¿El mundo entero es una metáfora?” El poeta, entusiasmado, cita al día siguiente al cartero para darle una respuesta.

Gursky es tajante al apuntar que la obra no rompe cánones en términos de vanguardia o de armonías, pero, “él escribía muy bien para la voz y eso fue lo que logró, que las voces expresaran emociones”. El estreno es mañana 13 de octubre en Bellas Artes a las 20 horas. En el FIC se presentará el 27 y 29 de este mes.

Agencia El Universal