De no alcanzar grandes acuerdos internos sobre dos temas claves —la elección de su nuevo líder nacional y una definición puntual sobre las alianzas electorales— el Partido de la Revolución Democrática (PRD) iniciará 2011 inmerso en una convulsión.
El pasado 17 de diciembre todas las corrientes internas perredistas lograron un acuerdo para convocar, a más tardar el 19 de marzo del año entrante, a elección de su nueva dirigencia, secretariado y comisión política.
La elección estará en manos del pleno de su Consejo Nacional —actualmente con mayoría leal a su líder nacional, Jesús Ortega Martínez— y se empuja la idea de que el nuevo dirigente surja por consenso y votación de dos terceras partes de ese órgano de dirección.
Entre las diferentes tribus se baraja el nombre del ex gobernador de Michoacan Lázaro Cárdenas Batel como sucesor de Ortega. Pero de no alcanzar el acuerdo, cada grupo maneja a sus candidatos:
Nueva Izquierda, la más influyente en el interior del PRD, encabezada por Ortega, perfila al sonorense Jesús Zambrano; Izquierda Democrática Nacional respaldará a Dolores Padierna; Foro Nuevo Sol, de Amalia García, optaría por la chihuahuense Hortensia Aragón.
Cualquier cuadro que aspire a dirigir al PRD deberá contar con las dos terceras partes de los votos del pleno del Consejo Nacional. De lograrlo, de inmediato asumiría la dirección del partido.
El pleno del Consejo Nacional aprobó el 17 de diciembre, a mano alzada, el acuerdo que había sido firmado por 27 líderes perredistas, entre ellos, Jesús Ortega, Camilo Valenzuela, Dolores Padierna, Héctor Bautista, Hortensia Aragón, Ricardo Ruiz, Jesús Zambrano, Miguel Barbosa y Alejandro Sánchez.
El 14 y 15 de enero se emitirá la convocatoria formal para renovar dirigencia y, en ese mismo pleno, el Consejo Nacional del PRD convocará a un nuevo pleno, a realizarse en febrero, para un resolutivo que incluya plazos y modalidades para las alianzas.
Agencia El Universal