México.- Juan Gelman nunca ha creído en la perfección, tampoco le satisfacen del todo sus poemas; por eso, su lucha es constante tanto en el proceso creativo como en la exigencia de justicia. Hoy en día atraviesa por un gran momento: está escribiendo bastante y el mes pasado el Estado Uruguayo reconoció, en un acto público, su responsabilidad en la desaparición de su nuera y en el cambio de identidad de su nieta.
El poeta argentino que el próximo 3 de mayo cumplirá 82 años de vida concibe a la poesía como una señora esquiva, un arte que se escribe distinto con los años, “cada vez intento otro camino para ver si atrapo por lo menos la cola de la señora, a veces consigo rozarle el vestido, pero nada más”.
Cita a Marcel Proust, quien decía que el verdadero escritor “es un desconocido que está en el fondo de uno mismo”; Juan Gelman cree que es posible. “Es como si el que escribiera es otro, no es uno porque hay que salirse de sí mismo para poder escribir poesía.
“Yo no creo en la perfección, en la poesía ni en ningún arte. El tema de la insatisfacción es el de cualquier poeta y artista; decía Octavio Paz que uno no termina sino que abandona el poema; yo opino lo contrario, el poema es el que lo abandona a uno y eso claro que deja una insatisfacción porque es el momento más feliz de la escritura”.
Gelman, considerado uno de los mejores poetas latinoamericanos contemporáneos, reconoce que a lo largo de su vida ha tenido distintos momentos creativos, que escribe por las noches, se va a dormir y al despertar no recuerda qué escribió, pero también que cuando el poema se va, el aliento que lo motivó a escribir se desvanece, pues en la poesía no se puede avanzar a pura voluntad.
Escribe para no olvidar
En entrevista con EL UNIVERSAL, el poeta que participa en el Festival Internacional de Poesía y Prosa junto con otros 14 escritores, entre ellos el poeta sirio Adonis y el narrador Cees Nooteboom, confiesa que en este momento escribe una serie de poemas. “Hace unos días tuve que viajar y eso interrumpe el ritmo y a lo mejor no vuelve esa necesidad, a lo mejor vuelve pero han pasado de lado cosas”.
El viaje que interrumpió a Juan Gelman tuvo que ver con el esclarecimiento de la muerte de su hijo Marcelo Ariel y de su nuera María Claudia García. Hace 11 años encontró a su nieta Macarena Gelman -su madre estaba en cinta de ella cuando desapareció-, hace unos días, el presidente uruguayo, José Mujica, reconoció la responsabilidad del Estado uruguayo por la desaparición de su nuera y el cambio de identidad de su nieta.
“Estuve en la ceremonia de develación de la placa que recuerda a Macarena y María Claudia, allí leí un par de poemas de mi hijo que también era poeta”.
Lo que le parece muy significativo de esa ceremonia, acompañado de su esposa y tomado de la mano de su nieta Macarena, es que por primera vez el Estado uruguayo, que nunca había asumido la responsabilidad oficialmente, lo hace.
“Esto fue en cumplimiento de un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos a la que acudimos mi nieta y yo para pedir justicia, la corte se pronunció en un fallo que dice que las autoridades de Uruguay debían de hacer un reconocimiento público de su responsabilidad en la desaparición de mi nuera y el cambio de identidad de mi nieta”, comenta Gelman.
El autor de Cólera buey asegura que la poesía no es autobiográfica y que contiene elementos ajenos que marcan el espíritu del escritor.
Su afán en estos momentos es elegir los poemas que leerá hoy en la segunda de las veladas literarias dentro del Festival Internacional de Poesía y Prosa que se realiza en La Ciudadela y donde compartirá lectura con DBC Pierre, Héctor Manjarrez, Ana Clavel y Cees Nooteboom. “Siempre tengo dificultades para elegir los poemas”, señala el poeta, periodista y militante político nacido en Buenos Aires y que radica en México desde 1989.
Agencia El Universal