La eurozona está en recesión, el Reino Unido busca evitarla, pocos sectores económicos florecen: la industria del sexo es uno de ellos.
El éxito de la trilogía erótica Fifty Shades ha producido un boom de ventas de juguetes eróticos que las empresas están promocionando de cara a las ventas navideñas.
La compañía británica Lovehoney lanzó para las fiestas una nueva línea de juguetes sexuales, «Sométeme», con todos los instrumentos utilizados en la novela y la bendición explícita de la novelista, E.L. James.
Según el co-fundador de Lovehoney Neal Slateford los problemas económicos favorecen las ventas del sector -segun nota de BBC Mundo-
«Porque la gente se repliega a la intimidad y trata de darse gustos privados. Un ejemplo típico es el aumento de ventas de lápiz labial que se da en momentos de dificultades económicas. Pero este año el gran factor es el libro de E.L. James que se ha convertido en el fenómeno literario del año y que definirá seguramente esta década», señaló a BBC Mundo.
Un mercado inagotable
La trilogía de E.L. James se convirtió de la noche a la mañana en la novela más vendida de la historia del Reino Unido, estímulo más que erótico para la industria del juguete sexual, que factura unos dos mil millones de dólares anuales.
Según Nick Hewson, director del Grupo Newson, que hace investigaciones de mercado sobre productos femeninos, las ventas de los juguetes eróticos, que venían creciendo a un 10 por ciento desde 2000, dieron un salto cualitativo con la novela.
«El fenómeno de Fifty Shades puede entenderse como una autorización social por el éxito del libro a explorar un terreno vedado de la sexualidad y se dio sobre un terreno ya fértil, potenciado por una creciente conciencia de la mujer sobre su propia sexualidad y facilitado por el internet que ofrece un espacio privado, libre de censura social, para la exploración», señaló a BBC Mundo Hewson.
La trilogía erótica Fifty Shades provocó un auge de la venta de juguetes sexuales.
Con capitalista plasticidad, las compañías han tomado nota de estas tendencias para descubrir o crear nuevos nichos en el mercado.
A juzgar por las cifras, la lectura que han hecho del mercado ha sido correcta.
Las acciones de la compañía alemana Beate Uhse, la única del rubro que cotiza en la bolsa en Europa, subieron un 154 por ciento en lo que va del año.
El año pasado se vendieron en el Reino Unido cinco millones de juguetes sexuales. En 2000 la cifra había sido un millón.
Esta creciente gravitación del consumo femenino está teniendo un impacto sobre la industria misma.
«Las mujeres son clientes mucho más exigentes en cuanto a los productos.
La calidad del material mejoró mucho. El diseño es mucho más cuidado que cuando la industria solo se preocupaba del gusto masculino. Los productos hoy son mucho más sofisticados que en el pasado», indicó Hewson a BBC Mundo.
Navidades sexuales
No deja de ser una paradoja que este mercado se potencie en la época navideña. Pero según el confundador de Lovehoney las navidades son la mejor época, incluso superior a San Valentín o día de los enamorados de febrero.
«No es el típico regalo para poner bajo el árbol navideño», admite con una sonrisa Neal Slateford, «pero las fiestas son también para los adultos que quieren regalarse algo. Los hombres suelen tener problemas a la hora de elegir regalos para sus esposas y ahora saben qué darles».
En Alemania Beate Uhse está promocionando su cadena con actores vestidos de ángeles (en variante presuntamente transgresora) y va a abrir el año próximo negocios en Alemania, Holanda y Bélgica enfocados en la pareja y la mujer.
«Si la gente no tiene dinero para las vacaciones o una televisión, busca cosas gratificantes que no impliquen grandes gastos», señaló a la agencia Bloomberg el director de Beate Uhse, Van Der Hooft.
Dada la situación económica de la Unión Europea que navega – dependiendo del país – entre la recesión, la depresión económica o el estancamiento, daría la impresión que la industria será una de las ganadoras de la crisis.
Según Renee Denyer, a cargo de Sh!, una cadena londinense de productos eróticos para la mujer, el período pos- navideño ofrece un nuevo crecimiento de la demanda de jueguetes sexuales ya que la gente busca distracciones livianas luego de tanto tiempo pasado con la familia.
Si le agregamos la llegada del Día de los Enamorados en febrero la industria erótica parecería tener algo que el resto de la economía solo puede envidiar: un 2013 asegurado.