El estado de salud del ex presidente de Estados Unidos George H.W. Bush mejoró el sábado, permitiéndole abandonar la Unidad de Cuidados Intensivos y pasar a planta en el hospital de Houston donde fue ingresado el mes pasado con problemas respiratorios, según informó un portavoz.
Bush, de 88 años y presidente desde 1989 hasta 1993, fue ingresado el 23 de noviembre en el Hospital Metodista para ser sometido a tratamiento por lo que los médicos diagnosticaron como una bronquitis y fue trasladado a la UCI el pasado domingo tras sufrir una serie de complicaciones, entre ellas una persistente fiebre.
La bronquitis es una inflamación de las membranas mucosas que revisten de los conductos de aire a través de los pulmones.
«El estado del presidente Bush ha mejorado, por lo que hoy ha sido trasladado desde la unidad de cuidados intensivos a planta en el Hospital Metodista para continuar con su recuperación», dijo la familia a través de un comunicado de su portavoz, Jim McGrath.
«La familia Bush agradece a todos su oraciones y buenos deseos», añadió.
McGrath dijo el viernes que el estado de salud de Bush estaba mejorando y que incluso cantaba de vez en cuando en sus comunicaciones con médicos y enfermeras.
«George Bush es el hombre más implacablemente alegre que jamás conocerás y su ánimo ha sido bueno durante todo este sufrimiento», añadió por correo electrónico en respuesta a Reuters. No quiso revelar ninguna información sobre su diagnóstico o sobre cuánto tiempo permanecería hospitalizado.
Bush, el presidente número 41 de Estados Unidos y miembro del Partido Republicano, es el padre del también ex presidente George W. Bush. En una carrera política que se extiende por cuatro décadas, también ocupó el cargo de congresista, embajador ante Naciones Unidas, enviado a China, director de la CIA y vicepresidente de Ronald Reagan en dos etapas.
Bush padece Parkinson en la parte inferior de su cuerpo, lo que le provoca pérdida de equilibrio, y utiliza una silla de ruedas desde hace más de un año.
INF./GRUPO FORMULA