•Cierre caliente de abril y mayo preocupante
•Aguirre, Día del Trabajo, Obama y maestros
•Intervención policiaca sólo en caso extremo
Entre los análisis de seguridad del gobierno destacan dos.
Uno en retrospectiva y otro en los días siguientes.
Hacia atrás, en las alturas recuerdan cómo el 1 de diciembre los vándalos tuvieron plena libertad para actuar durante muchas horas en la ciudad de México.
Muy temprano intentaron llegar hasta el Palacio Legislativo, donde Enrique Peña Nieto rendiría protesta horas después como presidente de México.
Como la Policía Federal (PF) y numerosos elementos de las Fuerzas Armadas eran los guardianes del acto republicano, los atacantes no pudieron llegar a su destino.
Algo lograron: lanzaron bombas, robaron camiones y proyectaron uno de ellos contra las instalaciones de la Cámara de Diputados, con riesgo de causar víctimas.
Luego se dirigieron al Centro Histórico, donde actuaron a placer.
Marcharon por las avenidas Reforma y Juárez, agredieron a peatones, dañaron edificios, saquearon comercios, perjudicaron monumentos históricos como el Hemiciclo a Juárez y sólo la suerte salvó al Palacio de Bellas Artes.
La policía y Marcelo Ebrard, su jefe en la ciudad de México, les permitieron todo.
Después hubo detenciones –arbitrarias, dictaminó la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF)- y fue necesaria una reforma para reclasificar delitos y dejarlos libres.
Casi cinco meses después sus delitos quedaron impunes, pero su actitud es ejemplo ha cundido para desgracia del país.
Es el antecedente para la historia de hoy.
ENCAPUCHADOS DE DICIEMBRE Y DE HOY
De aquella encapuchados se ha pasado a otros, a cual más de violentos.
Por enésima vez este lunes la atención está puesta en Guerrero.
El gobernador de Guerrero, Angel Aguirre Rivero, debe rendir su informe de gobierno en Chilpancingo en condiciones muy delicadas.
Los maestros renuentes a la reforma educativa, la cual amenaza diez mil plazas sin obligación de dar clases y exige evaluación profesional a los 70 mil docentes acreditados, han amenazado con reiniciar sus movilizaciones.
Sus manifestaciones las hemos visto de sobra: toman la Autopista del Sol, marchan hacia edificios públicos o partidistas y los atacan con salvajismo.
Por ello hay una treintena de órdenes de aprehensión pendientes.
Agrupados en la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG), prometen mayor virulencia.
Por si fuera poco, a esto se agrega la violecia en Tierra Caliente, donde ayer hubo enfrentamientos con al menos una decena de muertos y numerosos de heridos.
AGUIRRE Y LOS TEMORES POR SU INFORME
El gobierno ha mandado refuerzos policiacos.
La PF tiene instrucciones de intervenir sólo en caso extremo.
No se prefiguran escenarios, pero uno salta a la vista: si se pone en riesgo la vida de los legisladores y aun la del gobernador Angel Aguirre Rivero y sus invitados.
El Congreso del estado será cercado.
Experiencia hay: el 1 de abril de 1999 René Juárez Cisneros asumió el gobierno, casualmente de manos de Aguirre Rivero, y se cercó con barricadas y alambres de púas.
Los invitados llegaron al aeropuerto de Chilpancingo y fueron trasladados en helicópteros a Casa Guerrero y de ahí al Congreso.
Pero la masa violenta no es la perredista de 1999 ni está comandada por Félix Salgado Macedonio, hoy medio retirado de la política y metido a empresario periodístico.
Por eso será diferente… de haber informe.
LOS TRES EVENTOS RIESGOSOS DE MAYO
Con todo, tres fechas más preocupan al gobierno.
El Día del Trabajo es utilizado por movimientos de distinta índole –de sindicalistas a agitadores, de anarquistas a delincuentes- para manifestarse y ya se ha prsentado violencia.
Será pasado mañana.
Luego vendrá la visita de Barack Obama, del 2 al 4 de mayo, con eventuales protestas.
Evento de alto riesgo, sobre todo cuando, como lo recordó el coordinador senatorial Emilio Gamboa, se trata de retirar la seguridad como único tema de la relación México-Estados Unidos.
Empero, el 15 de mayo podría ser peor.
Es el Día del Maestro y, ya se sabe, la turbulencia mayor es contra la reforma educativa y por ende en el corazón está el magisterio.