En una versión libre sobre textos de Eurípides, el montaje a cargo del grupo La Rendija se presentará hasta el 30 de junio
Un reencuentro con el ámbito de lo sagrado y otras formas de ver y sentir el arte es la propuesta del grupo La Rendija, a través de su más reciente montaje Bacantes. Para terminar con el juicio de dios que se presenta hasta el 30 de junio en el Foro Sor Juana Inés de la Cruz del Centro Cultural Universitario de la UNAM.
En una versión libre sobre textos de Eurípides, la obra parte de la llegada de Dioniso a su pueblo para vengar el olvido de los rituales en su honor, mientras las Bacantes en delirio por influjo del dios, se han entregado a las ceremonias dionisiacas condenadas por Penteo, dueño y señor de estas tierras, quien las perseguirá para castigar y poner fin a sus prácticas hasta que Dioniso encausa su ira para convertirlo en un chivo expiatorio de la irreverencia de su pueblo.
En entrevista con Conaculta, la directora del montaje, Raquel Araujo, explicó que esta versión apela más a una visión prehispánica que a una visión occidental lineal y aristotélica con una trama que se desarrolla en un poblado miserable del litoral yucateco en el que la gente ya no tiene trabajo, ya no sale a pescar y vive entre árboles talados y tierra mezclada con botellas de PET.
“Es reencontrar el ámbito de lo sagrado a partir de un clásico, pero también hundiendo nuestras raíces en lo poco que queda de nuestras tradiciones indígenas, en este caso de los sacerdotes mayas porque ya quedan muy pocos y ya son gente muy mayor”.
Aseguró que la búsqueda de lo sagrado tiene que ver con un respeto hacia la tierra, hacia los otros seres humanos, hacia los animales y es esa necesidad de regresar a lo elemental y a la equidad.
Si bien el montaje no hace una imitación de los rituales indígenas, presenta una apropiación de elementos para construir desde la ficción un rito escénico creado especialmente para la puesta desde un punto de vista personal de los integrantes de La Rendija.
“Lo que intentamos es compartir con los espectadores una puesta en escena que apela a la sensualidad sensorial, el texto es importante pero es tan importante como las imágenes, lo sonoro y lo olfativo, además de tomar elementos rituales tanto mayas como aztecas”.
Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte del Fonca, Raquel Araujo, asegura que hasta el momento la respuesta del público ha sido interesante, pues se ha abierto a una propuesta escénica que sale de lo convencional y se desplaza hacia formatos performativos.
“Nuestro país está muy empapado en su educación sentimental por las telenovelas, por una forma lineal de sentir y de ver las cosas y comprender el mundo. Nuestra realidad hoy más que nunca es múltiple, estamos recibiendo estímulos de diferentes lados y formas de pensamiento que no son lineales.
El arte también ya ha saltado mucho más allá de esa linealidad… hay gente que le encanta estos formatos muy de performance, pero también hay público inquieto que nos ha dicho: no entiendo la obra y en realidad no hay nada que entender porque no se pretende una linealidad en la narrativa”.
Aunque la obra ha recibido adjetivos que la califican de transgresora y provocadora gracias a una estética apocalíptica en la que se observan desde enormes cuchillos, varas secas, pétalos de rosas iluminados por luces en forma de cruz hasta una barca pesquera que ya no navega en el mar, para la directoraescénica de La Rendija, se trata de términos poco actuales para la escena artística.
“Hablar de transgresión y provocación en el siglo XXI con lo que hacen los niños con los videojuegos de masacres y matanzas lo que vemos en la tele o lo que pasa en la calle, yo creo que el arte se queda bastante lejos de esas palabras”.
Bacantes. Para terminar con el juicio de dios cuenta con las actuaciones de Tomás Gómez, Roberto Franco, Katenka Ángeles, Mariano Olivera, Nara Pech y Alejandro Juárez, además de música original de Manuel Estrella, quien se presenta en tiempo real con una intervención sonora.
Oscar Urrutia, miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte del FONCA es el productor general y responsable del diseño del espacio escénico donde se plantea un juego visual mediante 28 tablones de madera con las que se forman grecas, cruces y elementos simbólicos que se pueden apreciar en buena parte de zonas arqueológicas como Uxmal.
“Al tener esta especie de rompecabezas que va construyendo formas en el piso,-dijo Raquel Araujo- sí se tiene una enorme parte de accionismo más que de construcción de personajes”.
Creada para la reflexión de las formas escénicas en 1988 en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, La Rendija celebrará 25 años de trayectoria en este 2013.
Establecida desde el 2001 en Mérida, Yucatán, ha sido un puente de enlace para creadores e investigadores que han participando en cinco ediciones del Encuentro Internacional de Performance y tres emisiones del Festival de Teatro de La Rendija, Iberoamérica en Escena.
La Rendija centra su trabajo en el desarrollo de pequeñas comunidades de espectadores a través de proyectos escénicos que recuperan el contacto humano y promueven cuestiones relacionadas con la ecología, la salud, la equidad de género, los derechos de los animales y el respeto a los adultos mayores.
Con el apoyo económico del Programa México en Escena, FONCA y el Fondo Municipal para las Artes Escénicas y la Música del Ayuntamiento de Mérida, Bacantes. Para terminar con el juicio de dios se presentará hasta el 30 de junio con funciones jueves y viernes a las 20:00 horas, sábados a las 19:00 horas y domingos a las 18:00 horas en el Foro Sor Juana Inés de la Cruz del Centro Cultural Universitario de la UNAM ubicado en Insurgentes Sur No. 3000.