•Empecinamiento del gobierno por sacar el Pacto por México
•Acepta revisar triunfos legítimos a cambio de las reformas
•Dictan vigilancia a mil 600 millones de promoción turística
Quienes tratan a diario al secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, rescatan de él una constante:
-Cuando se plantea un objetivo, nadie lo detiene.
Y agregan:
-Los reveses no son definitivos.
En Hidalgo dejó constancia de ello.
Como gobernador dialogaba con alcaldes, partidos políticos, diputados y hasta con priístas inconformes sobre temas específicos: programa de gobierno, obras aquí, allá y acullá; iniciativas de ley, reformas legales, etcétera.
Si las pláticas se estancaban, rompía la monotonía:
-Muy bien. En esto no estamos de acuerdo. Dejémoslo de lado, pero ¿en qué sí estamos de acuerdo? Avancemos por ahí.
Recordé esta historia este martes en la noche, cuando leí un boletín de la Secretaría de Gobernación (Segob), donde se anunciaba el compromiso de impulsar la reforma energética por todos los firmantes del Pacto por México.
Es el reencauzamiento de un proyecto común de gobierno y partidos roto por los pasados procesos electorales, casualmente utilizados por los dirigentes panista y perredista, Gustavo Madero y Jesús Zambrano, para fortalecerse en sus propias presidencias.
LA PELIGROSA APUESTA DE CONFLICTOS ELECTORALES
Del arreglo no sale indemne el gobierno federal.
Se convino analizar y dar cauce a todas las denuncias presentadas por Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en los pasados 14 procesos electorales estatales, más el distrital de Ciudad Obregón en Sonora.
Es, obvio, una cesión federal.
Con lleva un riesgo de muchas consecuencias: la presión de ambas siglas políticas para posesionarse, por la buena o por las malas, de victorias en lugares donde tienen interés o a su juicio la victoria priísta se logró con las viejas marrullerías.
Y como para el gobierno de Enrique Peña Nieto la prioridad es el Pacto por México, en aras de continuar con las reformas, estaría obligado a ceder plazas y victorias democráticas ganadas en buena lid el pasado 7 de julio.
En juego están muchos lugares.
De memoria pueden citarse algunos:
Al PAN de Gustavo Madero le interesan Xalapa, Veracruz, varios municipios de Tamaulipas, otros de Oaxaca y muchos de Durango y Sinaloa.
Al PRD de Jesús Zambrano le va la vida en Cancún y la capital Oaxaca –en alianza con el PAN- porque representa un símbolo de la caída popular y política de Gabino Cué, en quien tantas esperanzas pusieron los oaxaqueños y ahora lo ven con frustración.
El petismo, no representado formalmente en el Pacto pero sí en la imaginaria perredista, reclama en Fresnillo el triunfo de Saúl Monreal Avila –hermano del diputado Ricardo Monreal Avila- aunque el PRI se lo haya llevado de calle.
La suerte está echada y la apuesta es mayor: las reformas este mismo año.
Enrique Peña Nieto da y espera correspondencia.
Vamos a ver si es válida la apuesta.
VIGILANCIA ESPECIAL A MIL 600 MILLONES DE PESOS
1.- El Consejo de Promoción Turística de México y su presupuesto están bajo vigilancia.
La afluencia turística se desplomó en el sexenio pasado, como ha señalado la propia secretaria, y se busca que las cuentas de las auditorías cuadren.
El Consejo trabaja con estructura pequeña y por ello contrata empresas de publicidad mediante concursos públicos, la mayoría de los cuales venció en febrero pasado.
No ha lanzado convocatorias y Rodolfo López Negrete Coppel, quien ayer se encontraba en Cancún, deberá informar por qué esa inoperancia.
No es un tema menor: se trata del llamado primo rico de Sectur.
Y 2.- el crecimiento de la población no debiera ser argumento para la multiplicación de los pobres y de la marginación.
El estado de México, el de más habitantes del país, ha registrado mejoría en el nivel de vida, de acuerdo a las cifras del Coneval.
Ayer las reproducía el gobernador Eruviel Avila: la pobreza extrema disminuyó 2.8 por ciento, el rezago educativo 3.1, la carencia de acceso a la salud 5.4 puntos y la carencia de acceso a la alimentación cayó de 31.6 a 17.7 por ciento.