Septiembre es un mes perfecto para visitar la apasionante ciudad turca, situada entre dos mares, dos realidades y dos continentes. La antigua ciudad otomana, que apuesta firme por su proyección moderna y vanguardista, suma a sus atractivos históricos y culturales la posibilidad de asistir a uno de los eventos artísticos contemporáneos más importantes del año. Durante los meses de septiembre y octubre,
Estambul se convierte en la sede de la Bienal de Arte Contemporáneo que, en su treceava edición, se ha convertido en un referente en el diálogo artístico entre las culturas europea y asiática.
La Bienal de Estambul, que está organizada por la Istanbul Foundation for Culture, se celebra desde 1987 y nació como punto de encuentro entre artistas, comisarios y críticos de diferentes culturas.
En la presente edición se ha optado por elegir distintas sedes situados en barrios distintos de la ciudad con la finalidad de subrayar el valor y el papel de determinado tipo de edificios -muelles, escuelas públicas, almacenes, estaciones, tribunales, oficinas de correos- que están temporamente abandonados. Se trata de espacios a los que se les da una segundo lectura; dispersos, aunque no demasiado a fin de que el visitante pueda conocerlos todos, andando, en una horas.
El lema de la 13ª edición de la Bienal de Estambul es «Mamá, Mamá, ¿soy un bárbaro?», que alude al papel del ser humano en la gran ciudad, al riesgo de marginación, a un mundo en el que muchos –marginados, extranjeros, inmigrantes– están excluidos.