El Secretario General reafirmó el compromiso de las Naciones Unidas de ayudar a la República Centroafricana a salir de la trágica crisis en que está sumida y subrayó que es urgente en estos momentos dar seguridad y protección a la población civil.
Ban Ki-moon manifestó en un comunicado que estaba “consternado” por la persistente violencia intercomunal en ese país y también por informaciones relativas al hallazgo de decenas de cadáveres en la capital, Bangui.
Ban expresó además su pesar por la muerte, el martes, de seis integrantes de la Misión Internacional de Apoyo a la República Centroafricana con Liderazgo Africano (MISCA), así como por el asesinato de un empleado de la ONU y pidió a las partes enfrentadas y a la población que cooperen con la Unión Africana y las tropas francesas.
El titular de la ONU reiteró su petición a las autoridades transitorias a cumplir con sus responsabilidades de actuar contra aquellos que usan la violencia y la fomentan.
A la vez dio la bienvenida a los llamamientos a la calma expresados por líderes religiosos cristianos y musulmanes, en un intento de detener los frecuentes ataques sectarios que ocurren en ese país africano.