En la oficina 347 se encuentra las agentes 1 y 2, dos trabajadoras de la oficina de asignación de empleo, encargadas de comunicar a “los clientes”, quienes están desempleados, qué labor van a realizar; esto acontece en un país que se encuentra en guerra en el extranjero y padece de terrorismo en su interior.
El espacio experimental LabTrece albergará del 16 de enero al 10 de febrero próximos la puesta escénica Los colibríes, proyecto apoyado por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes del Conaculta y basada en una obra original del estadunidense Garret Groenveld.
En entrevista, el director de la puesta, Alfonso Cárcamo, explicó que en esta pieza las actrices Diana Lein, Guadalupe Damián y los integrantes del colectivo Seres Comunes encontraron una correspondencia interesante con el momento actual de México.
“La obra plantea un mundo deshumanizado donde de pronto todos nos convertimos en números, no visto desde el sistema, sino desde el individuo que se asume como un número más y pierde la relación con el objeto con el que trabaja”, comentó.
Durante el montaje, explicó, encontramos que el individuo no sólo ha perdido el sentido, la relación con el ser humano, sino que ha entrado a un proceso donde es observado.
Cada función podrá ser vista por máximo 16 espectadores, quienes a través de una ventana observan a las dos actrices, siguen sus movimientos y gestos.
Alfonso Cárcamo dijo que la idea es que el espectador termine siendo “tan observador, como ellas. La puesta un espiral ascendente de observación, porque los espectadores están siendo observados por otros superiores. En realidad el público es el jefe de estas chicas que están dentro de la cámara, y ellas a su vez dan empleo y observan a las personas que llegan”.
“Si puedes andar puedes trabajar” e “inhalo productividad, exhalo deseos individualistas” son frases empleadas para “animar” a quienes buscan empleo, por más tonto e inútil que sean, como un dibujante de semicírculos o un cazador de colibríes; actividades preferibles antes que ser “enviado al frente”.
“Garret Groenveld escribió la puesta basándose en Estados Unidos, donde habla de una guerra constante. Su visión es que haces la guerra o trabajas de lo que sea, por eso puede haber hombre que hace semicírculos. Garret dice que quizá lo más terrible de su país, que lleva 10 años en crisis, es que la gente ya empieza a inventarse trabajos”.
Sobre la adaptación, Alfonso Cárcamo indicó que en México no se mantiene una guerra en el extranjero, pero sí una interna, lo cual “cuadra perfectamente”.
El joven director señaló que Los colibríes está dirigida a un público entre 15 y 25 años. “Para quien tiene más de 30 años puede ser disfrutable pero no tiene mayor relevancia. Para ese sector de la población puede ser una pieza interesante”, abundó.
“En esas edades uno se vuelve beligerante y piensa que el Estado es una basura, es un excelente lugar para que el alumno de prepa o de universidad vea cuál es su posibilidad de futuro y haga algo al respecto. La pieza es apocalíptica y sienta las bases para preguntar: ¿qué vas hacer para no perder tu humanidad, no caer en el círculo vicioso del trabajo? Un chico de 18 años puede formarse una imagen de sí mismo a partir de esta pieza kafkiana de Garret”.
Comentó que su obra que se planteó de forma universal sin agregar aspectos de México, puede describirse con las palabras futuro, nostalgia y empleo. “La obra está llena de preguntas sobre lo que sucederá en el futuro y nostalgia por lo que se deja de hacer”, puntualizó.
Los colibríes tendrá funciones en LabTrece, Isabel la Católica 13, interior 505, entre 5 de Mayo y Tacuba, Centro Histórico; del 16 de enero al 10 de febrero de 2014. Horarios: jueves, viernes, sábado y lunes a las 19 horas y domingos, 18 horas. Reservaciones en reservaciones@labtrece.com y en el teléfono 55 12 13 57. Localidades: 100 pesos.