Luis Aragonés, el ex técnico de la selección española de fútbol que sacó al equipo del montón y lo convirtió en una potencia que conquistó la Eurocopa de 2008, falleció. Tenía 75 años.
La federación española de fútbol anunció el deceso el sábado por la mañana. La clínica Cemtro de Madrid, donde el entrenador estaba ingresado desde el viernes, informó que la muerte fue por una «enfermedad hematológica», reportó la agencia Europa Press.
El presidente de la federación, Angel María Villar, dijo que Aragonés será recordado como alguien «muy especial, a nivel humano y a nivel deportivo. Siempre recordaremos a quien ha sido gran futbolista, entrenador de máximo nivel, y exitoso seleccionador nacional».
«Hemos vivido con él los comienzos de una etapa extraordinaria para el fútbol y para la sociedad española», agregó. «Es un amanecer doloroso para nuestro fútbol».
Aragonés tuvo una exitosa carrera como delantero y fue convocado 11 veces a la selección española, para luego pasar el resto de su vida como entrenador.
Sin embargo, será recordado por conducir a España a ganar el título de la Euro de 2008, con un triunfo 1-0 sobre Alemania en la final del 29 de junio de ese año en Viena. Fue el primer trofeo importante de la Roja en 44 años.
Ese fue el pináculo de sus cuatro años como timonel de una selección que por décadas tuvo la reputación de contar con grandes jugadores, pero siempre quedarse corta en los momentos cruciales.
Aragonés inculcó una nueva sensación de confianza en sus jugadores, incluso después de perder ante Francia en la segunda ronda del Mundial de 2006. También implementó el estilo de juego de posesión del balón y pases constantes ahora conocido como el «tiki-taka», que hizo famoso el Barcelona, y que sus jugadores perfeccionaron en la Euro de 2008.
«Tuvimos el honor como club de contar con sus servicios, aunque en una etapa muy corta, la temporada 1987-88, en la que se conquistó la Copa del Rey», recordó el nuevo presidente del Barcelona, Josep María Bartomeu.
«Valoramos mucho su respeto y apuesta por el modelo de juego del Barsa y por nuestros jugadores. La Eurocopa de 2008, con (Carles) Puyol, Xavi (Hernández), (Andrés) Iniesta y tantos otros, es un gran ejemplo», apuntó.
Con Xavi e Iniesta en el mediocampo, y los goles de David Villa, España terminó invicta en ese torneo, aunque necesitó de una definición por penales para superar a Italia en los cuartos de final.
Aragonés dejó el cargo después del campeonato y fue sucedido por Vicente del Bosque, quien dos años después ganó el primer Mundial de España, y luego sumó la Euro de 2012.
Del Bosque mantuvo la línea de juego de Aragonés, y siempre dio crédito a su predecesor por sentar la base para la época más gloriosa del fútbol español.
«Sin duda, él marcó el camino en esta última etapa tan exitosa. Tenía una larga experiencia como técnico y, personalmente, le tenía un aprecio especial», dijo Del Bosque al portal de la selección española. «Hemos perdido un hombre clave en la historia moderna de deporte».
Aragonés también tuvo su cuota de polémica.
En octubre de 2004 hizo un comentario racista sobre el delantero de la selección francesa Thierry Henry, y después criticó el pasado colonial de Inglaterra. Se cree que sus palabras provocaron cánticos racistas hacia los jugadores negros de la selección de Inglaterra durante un amistoso contra España en Madrid.
La federación española no cedió ante la presión para despedir a Aragonés, aunque lo multó 3.000 euros, un castigo que para muchos fue casi simbólico.
Aragonés negó ser racista y dijo que su comentario sobre Henry fue un intento para motivar al delantero español José Antonio Reyes, y luego fue respaldado por varios futbolistas negros a los que había entrenado.
Aragonés ganó en febrero de 2007 una apelación legal contra el fallo del comité de disciplina deportiva de España que dictaminaba que su conducta podría haber provocado «actos violentos, racistas o xenófobos».
La prensa española solía quejarse por su personalidad gruñona y en varias ocasiones pidió su despido en los dos años previos a la conquista de la Euro de 2008. También provocó polémica a fines de 2006, cuando dejó de convocar al equipo al goleador histórico y capitán de la Roja, Raúl González, argumentando que ya no estaba en su mejor momento.
La decisión resultó ser una genialidad.
El equipo tuvo una racha invicta de 22 partidos que terminó con la final de la Euro, para convertir a Aragonés en el técnico de mayor edad que gana ese campeonato.
A pesar del triunfo, la federación no hizo muchos esfuerzos por convencerlo para renovar su contrato, y cinco días después, Aragonés se fue a entrenador al club turco Fenerbahce, un par de semanas antes de cumplir 70 años.
«Me voy porque no hemos hecho más para que me quede», comentó Aragonés en su momento.
Su carrera como futbolista comenzó 43 años antes, cuando Aragonés llegó al Atlético de Madrid. Anotó 123 goles en 265 partidos con los rojiblancos, la segunda máxima cifra en la historia del equipo, y los ayudó a conquistar tres títulos de la liga española y dos de la Copa del Rey. También alcanzó al final de la Copa de Europa de clubes, en la que perdió ante Bayern Munich.
Aragonés, llamado «El Sabio de Hortaleza» en referencia al barrio de Madrid donde nació, fue nombrado luego técnico del Atlético, y ganó una Copa Intercontinental, una Copa del Rey y la liga de 1977.
«Luis Aragonés fue un gran jugador y entrenador, pero antes de todo eso una gran persona y un amigo», expresó Enrique Cerezo, presidente del Atlético de Madrid.
Fue entrenador del Atlético en cinco ocasiones, y tuvo dos etapas tanto en Mallorca como Real Betis. También fue técnico del Barcelona, Espanyol, Sevilla, Valencia y Oviedo.
A Aragonés le sobreviven su esposa Pepa, cinco hijos y 11 nietos.
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