Puntales – Martín Díaz, Convención Bancaria, Banamex

• El fraude que nadie quiso ver
• Edenred falla en la Cámara de Diputados
• Micronegocios en extinción

Su oficina era singular: en las cuatro paredes colgaban como trofeos las cabezas de antílopes, venados, alces y demás presas producto de su afición a la cacería; eran sus tiempos como director de la casa de cambio de un grupo financiero del cual posteriormente salió en no muy buenos términos. Integrante del Jet Set mexicano, su matrimonio con la hija de José Serrano Segovia, el magnate del transporte marítimo, duró poco tiempo; ahora su suegro es el prominente político priísta, Dionisio Pérez Jácome, y, por cierto, es sobrino del exsecretario de Hacienda y Crédito Público, Francisco Gil Díaz, hoy a la cabeza de la empresa española Telefónica en nuestro país.

Estamos hablando de Martín Díaz Alvarez, el ex presidente de Caja Libertad, a quien se le acusa de formar parte de la mafia política-empresarial que defraudó a Pemex con la venta de gasolina extraída ilegalmente de los ductos de la paraestatal, así como de tener nexos empresariales y operativos con la empresa Oceanografía que, se le acusa, defraudó a Banamex y a la petrolera nacional y que ha incurrido en cuantioso lavado de dinero.

Lo novedoso de esto es el descubrimiento del fraude cometido al segundo banco más grande de México utilizando a Pemex, lo demás ya se había denunciado pero reinó la impunidad, esperemos que ahora sí se aplique la ley, incluyendo el tráfico de influencias de la familia Fox-Sahagún-Bribiesca.

El escándalo y el tema del presunto lavado de dinero en contra de Banamex llegó a un mes de celebrarse la convención bancaria y a pocos días de que los directivos de ese banco se vistieran de manteles largos para su reunión de Consejeros Consultivos e integrantes del Consejo de Administración, en la cual tuvieron como invitado especial al presidente de la República.

El fraude que nadie quiso ver

El tema, por supuesto, ha afectado mediáticamente a su director general, Javier Arrigunaga, que a su vez es el actual presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), quien encabezará los trabajos de la convención.
Por cierto, en la reciente reunión plenaria de los consejeros, Manuel Medina Mora, presidente del Consejo de Administración de Banamex y copresidente de Citi, se lució ante el Jefe del Ejecutivo y funcionarios que los acompañaron presumiendo las cifras del banco. Banamex, dijo, es líder en financiamiento integral a empresas privadas e instituciones gubernamentales de todos los tamaños, con cerca de 790 mil millones de pesos en recursos canalizados, tanto a través de crédito directo, como en emisiones de deuda y capital para nuestros clientes.

“También es de resaltar el crédito al Gobierno en todos sus órdenes, donde somos el banco que registra el mayor crecimiento, especialmente en proyectos ligados al desarrollo de infraestructura”.

Se jactó de que Banamex es el mayor grupo financiero de México, alcanza ya casi 1.6 billones de pesos de recursos de nuestros clientes, de los mexicanos; 20 por ciento del ahorro nacional y con el mayor crecimiento de la industria en 2013.

En fortaleza, “tenemos el mayor nivel de capital invertido en nuestro país de cualquier institución financiera, más de 160 mil millones de pesos, lo que nos permite servir a 21 millones de clientes, 21 millones de mexicanos, clientes de Banamex, en más de mil 300 localidades en el país, donde se agrupan el 94 por ciento de los mexicanos”.

Por supuesto que ante tales cifras, el presunto fraude por un monto aproximado de 585 millones de dólares, alrededor del 2 por ciento del capital social del banco, según sus propios reportes, pareciera una cantidad mínima, o un problema minimizado, o mejor dicho, un fraude que nadie quiso ver aquí, porque el asunto se destapó en Nueva York, en la matriz del Citi.

Nada más anticlimático para celebrar la convención, el mayor foro público del año en el que se discuten las políticas públicas en materia de la función y operación bancaria en el país, hoy de cara a la reglamentación secundaria de la reforma financiera. Y es que no es la primera vez que se involucra a un banco mexicano en operaciones cuantiosas de lavado, el precedente lo sentó el HSBC, que dirige Luis Peña Kegel.

Para colmo, el presidente Enrique Peña vuelve a dar señales de que no se siente a gusto con los banqueros, como se señaló hace un año en este espacio. De nueva cuenta no acepta la cena “tradicional” con los banqueros en la convención, e incluso no la inaugura y sólo acepta clausurarla.

Ante este panorama sería deseable que el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, y las demás autoridades financieras del país, hicieran anuncios importantes durante la convención relacionadas con el mercado financiero mexicano, sobre todo en el fomento del flujo del financiamiento y a costos más bajos para las empresas y consumidores, de manera que el tema del lavado de dinero pase a segundo término.

Mientras tanto la calificadora Fitch Ratings emitió un reporte ayer con el que indica que la evaluación de Banamex no se verá afectada por el problema de Oceanografía, ya que el quebranto “representa sólo el 7% de los ingresos operativos antes de provisiones para préstamos incobrables para el cierre de 2013, lo que refleja la capacidad del banco de absorber efectos negativos de esta naturaleza sin afectar materialmente su perfil financiero”.

Edenred en problemas

Los trabajadores de la Cámara de Diputados denunciaron a la empresa Edenred de “prácticas desleales” en la distribución del beneficio laboral de las tarjetas de despensa e incluso de problemas de clonación de los plásticos.

Señalaron que les pone un tope de uso que le impide gastar más de mil pesos a pesar de que los empleados tengan un saldo más amplio. El contrato fue firmado por 163 millones de pesos y termina en este mes.

Ni tardo ni perezoso, el director de Recursos Humanos de la Cámara, Roberto Khall, advirtió: «Edenred no vuelve a participar en la licitación de vales que vamos a llevar a cabo en los próximos días; se le va a poner un candado para que no pueda participar. Ésta levanta la restricción de los mil pesos y que se les regrese el dinero que les clonaron lo más pronto posible».

Micronegocios en extinción

Las reacciones empresariales a la reforma fiscal no cesan, pues por doquier surgen quejas y peticiones de amparo en contra de las disposiciones tributarias vigentes a partir de este año.

Y como efecto inmediato de la reforma fiscal aprobada por el Congreso de la Unión, alrededor de 15,000 micronegocios franquiciatarios están en peligro de desaparecer en unos meses más, pues no soportarán ni la carga fiscal ni el cúmulo de disposiciones tributarias a las fueron obligadas a partir de este año.

Esto es lo que lo advirtió la Asociación Mexicana de Franquicias (AMF), organismo que al mismo tiempo dio a conocer que debido a esa situación ya interpuso un juicio de amparo ante el Poder Judicial para tratar de revertir los efectos negativos para las micro y pequeñas empresarias que trae consigo la reforma fiscal.

Es más, Diego Elizarrarás, presidente saliente de la AMF, calendarizó la desaparición de esas unidades de negocio, al estimar que para junio o julio próximos se estarían viendo los primeros cierres de empresas franquiciatarias, principalmente micronegocios.

«Lo que se notó con la aprobación de esa disposición fiscal, es la falta de conocimiento sobre el sector, tanto de las autoridades como de los legisladores», se quejó el empresario.

Comentó que la Asociación Mexicana de Franquicias tiene afiliadas alrededor de 25,000 unidades, o puntos de venta, de los cuales unas 15,000, que pertenecen a micronegocios, se verán afectadas por la reforma fiscal, incluso su cierre, según los datos de ese organismo.

Escribanos a avargas@habitatmx.com también síganos en http://www.habitatmx.com/ *Periodista. Director del Suplemento HábitatMx