Más de 170 tiburones fueron pescados en Australia, durante una controvertida matanza a raíz de una serie de ataques mortales -según nota de BBC Mundo-.
Los 50 escualos más grandes pescados durante un periodo de tres meses fueron destruidos.
Las autoridades dicen que la matanza era necesaria porque seis personas murieron por ataques de ejemplares del gran tiburón blanco en los dos últimos años.
Sin embargo, desde el inicio del programa en enero, cuando se colocaron cuerdas con anzuelos a un kilómetro de la costa en las playas más concurridas del estado de Australia Occidental, no se pescó ningún tiburón.