Cuba abrirá a la inversión petrolera extranjera sectores marítimos en el norte del centro y oriente de la isla, con la esperanza de que el hallazgo de abundante crudo se convierta en una tabla de salvación para su frágil economía.
El jefe del Grupo de Exploración de la estatal CubaPetróleo (Cupet), Rafael Tenreyro, anunció en rueda de prensa que La Habana llevará varias propuestas al respecto ante el 21 Congreso Mundial del Petróleo, que se realizará en Moscú, Rusia, del 14 al 19 de junio.
Los negociadores cubanos llevan en cartera la nueva Ley de Inversiones Extranjeras, que abre al capital foráneo todos los sectores de la economía, excepto Educación, Salud Pública y Fuerzas Armadas, con facilidades impositivas y operacionales.
Tenreyro ratificó que se mantienen los trabajos de perforación en la Zona Económica de Cuba en el Golfo de México, lo cual incluye la exploración en aguas profundas, donde hasta ahora sólo se han perforado cuatro pozos.
“Todos nuestros yacimientos están en el mar y son alcanzados a través de la perforación horizontal, pero se trata entonces de ir más allá y tenemos las potencialidades para ello”, enfatizó.
El experto en Ciencias Geológicas, Manuel Marrero Faz, asesor de petróleo del Ministerio de Energía y Minas, consideró por su parte que el Congreso Mundial del Petróleo permitirá establecer conversaciones bilaterales con empresas «sin excluir a ninguna”.
Cuba produce un promedio anual de 21 millones de barriles de petróleo y 1.1 millones de metros cúbicos de gas natural en tierra y aguas someras.
La producción local de crudo apenas cubre la mitad de su consumo en el país y el resto (unos 100 mil barriles diarios) lo importa de Venezuela con facilidades de pago, parte del envío lo paga con servicios de médicos, técnicos y especialistas en educación y deportes y otros asesores.
Datos oficiales mostraron que más del 50 por ciento de crudo que se consume en Cuba se destina a la generación eléctrica.
Cupet esperaba perforar entre 2011 y 2013 cinco pozos en su ZEE del Golfo de México, de 112 mil kilómetros cuadrados, dividida en 59 bloques.
Al menos 22 de esos bloques están en contrato de riesgo con las compañías Statoil (Noruega), que forma un consorcio con Repsol (España) y OVL (India); PDVSA (Venezuela), Petrovietnam, Petronas (Malasia) y Sonangol (Angola).
Cuba abrió en 1991 su sector energético a la inversión extranjera y, desde entonces, se estima que las compañías internacionales han invertido casi tres mil millones de dólares en la exploración y producción de petróleo.
La compañía rusa Zarubezhneft realiza desde febrero de 2013 perforaciones petroleras en el mar al norte de la isla, luego de tres intentos fallidos en 2012 por parte de otras empresas extranjeras.
Pero a finales de mayo pasado, se anunció en Moscú una expansión de la cooperación petrolera entre Cuba y Rusia con la firma de dos nuevos acuerdos entre Cupet y las rusas Rosneft y Zarubezhnetf.
Los tratados, a cuya firma asistió el presidente ruso Vladimir Putin, se plasmaron en San Petersburgo y los medios oficiales cubanos dijeron que contienen “la intención de desarrollar proyectos de exploración de crudo».
La víspera, el consorcio canadiense Sherritt International Corporation anunció la ampliación por 10 años su contrato de producción compartida (PSC) de petróleo y gas con Cuba, según Cupet.