La exposición pictórica Antonio de Torres. La apoteosis del barroco en México, fue inaugurada este 6 de junio en el Museo Regional de Michoacán, compuesta por 16 lienzos y dos medallones que fueron creados a principios del siglo XVIII, por dicho artista novohispano, cuya obra, esencialmente religiosa, se caracteriza por los tonos pastel y el dinamismo que imprimió en cada uno de sus cuadros.
Durante la inauguración de la muestra, José María Muñoz Bonilla, coordinador nacional de Centros INAH, en representación de Teresa Franco, directora general del Instituto, explicó que esta exposición temporal da cuenta de uno de los principales exponentes del barroco de nuestro país en la época virreinal, quien legó una abundante obra pictórica, que se encuentra en el centro y en el norte del país, en lo que fue la Nueva España, desde la Ciudad de México hasta Santa Fe, en Nuevo México, en el sur de Estados Unidos.
Muñoz Bonilla expresó que para el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) es una razón de orgullo el poder contribuir en la estrategia del gobierno federal para recobrar y fortalecer el tejido social del pueblo michoacano, a través de una serie de eventos culturales relacionados con el patrimonio cultural del país.
Con esta exposición, dijo, se da continuidad a una serie de eventos que se suman a los ya realizados en Michoacán, como la muestra Pintando la educación y el Coloquio Internacional sobre la Música Norteña Mexicana, realizado del 28 al 30 de mayo en Tacámbaro. “Asimismo, próximamente se presentarán las exposiciones tituladas Arte y Pintura Popular del Estado de Guerrero y El Esplendor del Arte Popular Michoacano, además de la Reunión Internacional de Museos. Balance y futuro de los museos de sitio”.
Antonio de Torres. La apoteosis del barroco en México contó con la curaduría de la doctora Consuelo Maquívar y la maestra Violeta Tavizón, ambas especialistas del INAH, y expone la obra de dicho artista descendiente de una familia de pintores de gran prestigio en la Nueva España.
Los 16 cuadros de mediano formato, pintados en 1719, narran la vida de la Virgen María, desde la aparición del ángel que anuncia a San Joaquín y Santa Ana que serán padres de la madre de Cristo, hasta el momento de su coronación en el cielo. Los medallones también recrean escenas de la Anunciación.
Sobresalen dos escenas atípicas: El bautizo de la Virgen María, en la que Cristo bautiza a su madre, como un acto simbólico para enaltecer el sacramento del bautismo, y Pentecostés, momento en que el Espíritu Santo desciende a un encuentro de la Virgen María con los apóstoles, a quienes dota de la virtud de hablar cualquier idioma para poder evangelizar en todo el mundo.
Violeta Tavizón, investigadora y subdirectora del Museo de Guadalupe, en Zacatecas, de donde procede la colección, comentó que la exposición se presenta en dos núcleos temáticos: el primero aborda las características del barroco como eje rector de la muestra, y el segundo alude a la vida del pintor, que ha sido poco estudiada.
“Había sido un pintor poco conocido dentro de la historia del arte hasta mediados de la década de los setenta del siglo pasado, cuando el maestro Rogelio Ruiz Gomar hizo una investigación del linaje del artista y encontró que formó parte de una familia muy importante, la de los Rodríguez Juárez, cuyo bisabuelo fue Luis Juárez, uno de los precursores del barroco en México, y fue primo de Nicolás y Juan Rodríguez Juárez, dos afamados artistas que marcaron el tránsito de la pintura barroca del siglo XVII al XVIII”.
Asimismo, la maestra Mónica Martí realizó otra investigación que lo inserta como un pintor importante en la ruta del Camino Real de Tierra Adentro, toda vez que se ha encontrado obra suya en estados de este trayecto histórico, como Jalisco, Zacatecas, Durango y Chihuahua.
“Son las dos grandes investigaciones que se han hecho sobre él y en las que nos basamos para la curaduría de la muestra, incluyendo un análisis iconográfico de la doctora Consuelo Maquívar”.
Al hablar de las principales características de la obra de Antonio de Torres, Violeta Tavizón comentó que su paleta tiene una gama cromática muy específica, de tonos apastelados, entre rosados, azules y verdes. Añadió que su pintura está llena de movimiento, de dinamismo, que son rasgos muy específicos del barroco.
En cuanto a los formatos que manejó, son mediano y monumental, como los tres lienzos que alberga la sacristía del Templo de Guadalupe, que aluden a escenas sobre el sacramento de la Eucaristía.
Sobre su iconografía, indicó que su pintura es básicamente religiosa, por lo que en su mayoría se puede apreciar en iglesias y en algunos museos vinculados con el arte virreinal religioso. Sus temáticas abordan la vida de la Virgen, la Pasión de Cristo y otras escenas bíblicas.
Rosa María Franco, directora del Museo de Guadalupe, resaltó que es la primera vez que esta serie de Antonio de Torres sale del recinto de Zacatecas para presentarse en otro museo del INAH, con el objetivo de que pueda ser admirado por mayor cantidad de público.
Añadió que el artista nació en la ciudad de México en 1667 y fue contemporáneo de autores como Miguel Cabrera, José de Ibarra y Juan Patricio Morlete Ruiz. Vivió en la ciudad de México donde tenía su taller y dentro de la organización gremial que había en la Nueva España llegó a ser un maestro importante en el oficio de la pintura. Posteriormente, se movió hacia la ruta de Camino Real de Tierra Adentro para dejar testimonio de su obra.
Durante la inauguración de la muestra estuvieron presentes el arquitecto Héctor García Moreno, director de Patrimonio, Protección, Conservación de Monumentos y Sitios Históricos de la Secretaría de Cultura estatal, en representación de Fausto Vallejo Figueroa, gobernador de Michoacán; Orlando Vallejo, secretario de Difusión Cultural de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo; Juan Manuel Garibay, director de Museos y Exposiciones del INAH; Rosa María Franco, directora del Museo de Guadalupe, y Amalia Villalobos Díaz, directora del Museo Regional de Michoacán.
La exposición se presentará alrededor de tres meses en el Museo Regional de Michoacán, localizado en Allende 305, Centro, en la ciudad de Morelia. Horario: martes a domingo de 9:00 a 16:45 horas. Costo: 43 pesos.