Centenares de curiosos y fans se acercan cada día a la mansión italiana que el actor, director y productor estadounidense George Clooney posee en Laglio, a la orilla del lago de Como, a pocos kilómetros al norte de Milán. La villa Oleandra -protegida por una tupida vegetación- despierta tanta atención que hasta hay quien alquila barcos para acercarse hasta la mansión -según nota de El PAÍS-.
El permanente cerco irrita a Clooney, quien eligió esta localidad de veraneo porque buscaba un refugio apartado y tranquilo. El actor está harto del acoso, tanto que el alcalde de Laglio ha emitido una orden que prohíbe a cualquier persona acercarse a menos de cien metros de Villa Oleandra. El objetivo es proteger el descanso de la estrella. Todo para evitar que Clooney venda la propiedad como en más de una ocasión ha amenazado.
Los fotógrafos -profesionales y aficionados- giran alrededor de Clooney cada verano. La discreción de los habitantes y su proverbial recelo hacia los forasteros solían ser suficientes para desanimar a los curiosos y mantener intacta la burbuja protectora construida alrededor del célebre vecino. En el pueblo nadie contaba a los periodistas o turistas cuándo la villa estaba ocupada por su dueño. Aun así, este año algo ha cambiado y ha sido necesaria la intervención drástica del municipio. La presión ha aumentado porque Clooney está acompañado por su futura mujer, la abogada británica-libananesa Amal Alamuddin, y por la madre de esta, Baria, una prestigiosa periodista del diario árabe Al Hayat.
El actor ha llevado a su novia a conocer su refugio a orillas del lago. Antes de que llegara la futura suegra, Clooney, de 53 años, y la letrada de un prestigioso despacho de Londres, de 36, disfrutaron a solas algunos días. Hay fotos que los muestran mientras suben y bajan de un barco-taxi, el transporte que Clooney utiliza para alcanzar por vía acuática su restaurante favorito en la zona, en la Villa d’Este de Cernobbio. Muchos dan por descontado que la visita de las mujeres sirvió también como primera inspección de cara a la boda que todo apunta a que se va a celebrar en otoño. Y muchos prometen que se llevará a cabo en Italia, quizás en Venecia, con Brad Pitt como el padrino del enlace. Aunque quizá esta última visita sea solo para jugar al despiste.