En la madrugada del pasado 8 de diciembre, activistas de Greenpeace de siete países desplegaron en letras gigantes la leyenda: «Tiempo de cambio: El futuro es renovable”, en el punto histórico conocido como las líneas de Nazca, en Perú.
El mensaje está dirigido a los líderes mundiales y a los Ministros que se encuentran reunidos en la vigésima cumbre del clima de la ONU y quienes han fallado desde hace años en tomar una acción real contra el cambio climático, mientras que países como Filipinas, vuelven a ser azotados por un tifón y pagan el precio de su inacción.
Allí viajó el director Ejecutivo de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo, para ser testigo del tifón Hagupit: «Mientras que aquí ocurría una de las evacuaciones más grande de la historia, la primera semana de conversaciones en la COP20 ya demostró que las decisiones que se tomarán hacia el final de la cumbre serán insuficientes.
Este es el tercer año consecutivo que la población de Filipinas se ve afectada por eventos climáticos extremos, mientras que la mayoría de los negociadores fallan en tomar las medidas necesarias contra el cambio climático. Esta semana los delegados deben revertir esta situación y poner fin a la era de los combustibles fósiles para conducirnos a un futuro de energía 100% renovable. Los habitantes de Filipinas lo merecen y no esperan nada menos».
Activistas de Greenpeace de Brasil, Argentina, Chile, España, Italia, Alemania y Austria desplegaron un mensaje que puede verse desde el cielo, para honrar a los habitantes del desierto de Nazca, cuyos antiguos trazados en la superficie terrestre son uno de los puntos históricos de Perú. Se cree que una de las razones de su progresiva desaparición podría estar vinculada al fuerte cambio climático regional [1].
“Es innegable que la combustión de petróleo, carbón y gas está amenazando nuestro futuro. Debemos frenar a las empresas contaminantes que ponen poblaciones enteras en peligro, tal como está ocurriendo ahora en Filipinas. En 2015 y como parte de su compromiso climático, los gobiernos deben establecer que las ganancias de las principales empresas contaminantes se utilicen para realizar las inversiones necesarias para solucionar este problema «, dijo Naidoo.
El tifón Hagupit es la tormenta más fuerte que golpeó el país insular este año. Se produjo el sábado por la noche y ya desplazó cerca de 900.000 personas. Es la tercera vez en tres años que Filipinas se ve afectada por un tifón durante las conversaciones climáticas de la ONU, las anteriores fueron Pablo / Bopha en 2012 y Yolanda / Haiyan en 2013.
Algunos países emisores de gases de efecto invernadero como EE.UU., China y la Unión Europea, presentaron a principios de este año sus planes para hacer frente a las crecientes emisiones. Sin embargo, estos planes no son suficientes para controlar el aumento de la temperatura en lo que se considera un nivel manejable. Greenpeace continúa exigiendo medidas audaces para forzar una rápida transición hacia un futuro de energía 100% renovable para el año 2050.