INAH…restaura obras del Museo de Querétaro

Dos pinturas novohispanas que se exhiben como una unidad en el Museo Regional de Querétaro se encuentran en la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM) en la Ciudad de México, donde son intervenidas. Se trata de las representaciones de los arcángeles San Gabriel y San Miguel realizadas al óleo a finales del siglo XVII.

La restauradora Yolanda Madrid, responsable del Seminario Taller de Caballete de dicha escuela del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), informó que el estado de conservación en el que llegaron las obras era estable, pero presentaban problemas estructurales, debido a que los bastidores fueron construidos con trozos de madera, y los lienzos tenían deterioros en los estratos pictóricos.

La especialista señaló que comenzó con la restauración del lienzo del arcángel San Gabriel, el cual ya está consolidado, en su bastidor, y readecuado a las dimensiones de la capa pictórica, con un avance de 90% del adelgazamiento del barniz, lo que ha permitido recuperar el color, texturas, volúmenes y planos de composición.

“Posteriormente será resanada y se le reintegrará el color, pero eso se hará in situ, cuando los óleos regresen al museo”. También se trabajó en el bastidor —prosiguió la especialista—, que aunque no es el original, sí es muy antiguo, por lo que se reforzaron elementos verticales para contener la pieza.

Antes de ser intervenida, la pintura fue sometida a análisis con luz ultravioleta, para identificar los barnices y recubrimientos originales en el soporte textil, además se hizo un estudio de florescencia de rayos X para identificar el tipo de pigmentos.

El cuadro del arcángel San Miguel también fue sometido a los mismos análisis. Luego de hacer limpieza y refuerzos en la estructura, se trabaja en el rebaje del barniz y se atenderá una pequeña afección por pérdida de estratos pictóricos en la parte izquierda de la obra.

Yolanda Madrid abundó que hasta el momento desconoce el sitio original de las pinturas, pero supone que pudo pertenecer a la parte alta de una iglesia.

Los cuadros, que se exhiben como uno solo en el museo queretano, miden 2.66 metros por 3.12 metros cada uno, y tienen un gran valor estético por la buena calidad pictórica. “Poseen todas las características que corresponden al siglo XVII, y aunque los cuadros tienen pinceladas que podrían asociarse a un cambio de estilo, respetaron la composición y los personajes, y simplemente fueron tapando ciertos coloridos que eran característicos de una época”.

Destacó que, tras una larga discusión con los estudiantes que participan en la restauración de la pieza, se acordó que todos los agregados pictóricos que conforman la unidad visual no son susceptibles de ser retirados, porque enriquecen su historia de vida.

La restauración de esta segunda pintura contará con un nuevo equipo de estudiantes del Taller Seminario Taller de Caballete de la ENCRyM. Una vez terminadas, las dos piezas regresarán al Museo Regional de Querétaro en el primer trimestre del año.