Destacado por su trabajo en favor de la conservación del patrimonio monumental, el arquitecto Carlos Flores Marini (1937-2015), quien falleció esta mañana, realizó diversas acciones encaminadas a la protección y puesta en valor del patrimonio histórico de México y de América Latina, que se suman a su labor docente en diferentes instituciones académicas, entre ellas la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía del INAH.
Titulado en la Universidad Nacional Autónoma de México, con especialización en restauración por la Universidad de Roma, Flores Marini participó en más de 150 proyectos de conservación, remodelación y revitalización de monumentos históricos, entre ellos la restauración del Alcázar de Colón en Santo Domingo, República Dominicana, y los proyectos para la revitalización de los centros históricos de Salvador de Bahía, Brasil; Cartagena de Indias, Colombia; Panamá Viejo, El Casco Antiguo y Portobelo, Panamá, y la ciudad de Antigua en Guatemala, además de su labor en la Zona Arqueológica de Copán, en Honduras.
Carlos Flores Marini inició su vida profesional en la Zona Arqueológica de Cuicuilco, y posteriormente ocupó la jefatura de Monumentos Coloniales del Instituto Nacional de Antropología e Historia, y la Dirección de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico del Instituto Nacional de Bellas Artes.
También presidió la Comisión de Cultura de la Federación Nacional de Colegios de Arquitectos de la República Mexicana, y la Organización del Gran Caribe para los Monumentos y Sitios (Carimos).
Destaca particularmente su participación, en 1964, en el Comité de Redacción y firmante por México de la Carta Internacional para la Restauración y Conservación de Monumentos Históricos, conocida como “Carta de Venecia”. Cabe recordar que el año pasado se realizó en nuestro país el Encuentro Internacional Los nuevos paradigmas de la conservación del patrimonio cultural. 50 años de la Carta de Venecia, en el Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec, con la participación entusiasta del arquitecto Carlos Flores Marini.
Asimismo participó en la creación de las Normas de Quito, sobre conservación y utilización de monumentos y lugares de interés histórico y artístico (1967) y la Resolución de Santo Domingo sobre experiencias en la conservación y restauración del patrimonio monumental de los periodos colonial y republicano (1974).
Ganador del Premio Nacional de Arquitectura en 1996, su gran pasión fue el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), de cuyo comité nacional fue fundador y presidente (1991-1997), labor que le fue reconocida por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 2011, al ser nombrado miembro de honor del ICOMOS Internacional, convirtiéndose en el tercer mexicano en recibir dicha distinción.
El 14 de diciembre pasado, le fue otorgada la Medalla Federico Sescosse en reconocimiento a su más de medio siglo de trayectoria profesional, por parte del Comité Nacional Mexicano del ICOMOS, junto con el Gobierno del Estado de Zacatecas.
Carlos Flores Marini desarrolló una fructífera trayectoria en el campo de la docencia como profesor titular de la Facultad de Arquitectura de la UNAM desde 1967, donde fundó la carrera de Restauración de Monumentos. También formó diversas generaciones en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y en la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM) del INAH, donde impartía la Cátedra Carlos Flores Marini.
Profesor huésped de la Universidad de Florida, en Estados Unidos, y del Politécnico de Barcelona, España, también fue miembro emérito de la Academia Nacional de Arquitectura, e integrante de las academias Mexicana de Arquitectura y San Jorge de Barcelona, España.
Asimismo, fue miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte (Fonca), del Seminario de Estudio y Conservación del Patrimonio Cultural del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM.
Inició su labor en el INAH al lado de personalidades como Eusebio Dávalos, Ignacio Bernal, José Villagrán y Francisco de la Maza, y publicó múltiples artículos de divulgación e investigación en revistas académicas de México y de diversos países, además de diez libros sobre temas de historia y conservación del patrimonio monumental. Dictó más de 300 conferencias y cursos especiales en diversas universidades de México, América, el Caribe y Europa.