Miles de residentes de Baltimore salieron a las calles para celebrar la decisión de la procuraduría local de acusar de homicidio y otros cargos a los seis agentes que detuvieron o transportaron al joven afroestadunidense Freddy Gray.
Las marchas pacíficas que recorrieron varias de las principales avenidas de la ciudad hacia el ayuntamiento, contrastaron con las imágenes de confrontación, disturbios y saqueos registrados tras los funerales del joven de 25 años, fallecido mientras estaba bajo custodia policial.
Los manifestantes portaban pancartas con frases como “Alto a la Brutalidad Policial”, “Las vidas de los negros importan” y “Educación para Todos”.
La procuradora estatal de Baltimore, Marilyn Mosby, anunció cargos criminales contra seis oficiales de la policía de Baltimore -cinco hombres y una mujer- por la muerte de Gray, tras determinar, en tiempo récord, que existe “causa probable” de homicidio.
Los cargos contra los seis policías –tres de ellos afroamericanos- incluyen asesinato en segundo grado para el conductor, homicidio no premeditado, agresión, agresión con negligencia en segundo grado, mala conducta en la oficina y encarcelamiento ilegal.
El anuncio de Masby fue recibido con una aclamación entre personas que se encontraban en las inmediaciones del ayuntamiento, aunque otros se mostraron escépticos del proceso hasta que los policías sean convictos en un proceso legal.
Expertos coinciden en que la fiscalía estatal enfrenta un complicado juicio contra los policías para probar las acusaciones, en especial las de asesinato en segundo grado. Tradicionalmente, los jurados de Estados Unidos muestran simpatía hacia las fuerzas del orden.
Los oficiales fueron identificados como Ceasar Godson -conductor de la patrulla- y los agentes William Porter, Brian Rice -quien detuvo a Gray-, Edward Nero, Garret Miller y Alicia White.
Los seis agentes fueron detenidos y fichados, además de que recibieron la posibilidad de quedar en libertad bajo fianza, que en algunos casos llegaría hasta los 350 mil dólares.
Por su parte, la familia de Gray se declaró “satisfecha” por los cargos criminales que enfrentan los oficiales involucrados en su arresto y traslado.
Billy Murphy, abogado de la familia, apuntó también que los Gray desean una reforma en las prácticas de la policía, que incluya el uso de cámaras corporales, mayor supervisión y una nueva cultura en las fuerzas de seguridad.
Las autoridades de Baltimore impusieron un toque de queda desde el pasado martes a partir de las 10 de la noche, el cual estará vigente durante una semana.