Tekija, Blagaj. Bosnia Herzegovina
Las aguas del río Buma se desploman desde la cueva situada en lo alto del acantilado y forma una profunda poza de agua transparente.
Es este mágico lugar, en el año 1520, un visir turco quedó subyugado por la belleza y el misticismo del entorno y decidió construir un monasterio de culto dervish.