Desde temprana hora, el Patio Octavio Paz de la Biblioteca de México se llenó de vida para lo que fue el primer concierto del ciclo Vive la Música que permite al público sentarse entre los músicos de la orquesta para sentir una experiencia musical diferente.
Este primer recital que tuvo una asistencia de más de 600 personas estuvo a cargo de la Orquesta Escuela Carlos Chávez y bajo la batuta de Eduardo García Barrios, quien señaló que con esta nueva distribución de las butacas, los asistentes podrán escuchar la música desde el bajo profundo.
Una hora antes de comenzar el concierto, el recinto ya estaba lleno, pues decenas de personas acudieron a la cita para experimentar esta nueva forma de vivir la música en un recital que, además de tener una novedosa distribución de los asientos, era didáctico, pues el director explicó algunos detalles del trabajo orquestal y de las piezas a interpretar.
En esta primera experiencia del ciclo Vive la música, los asistentes pudieron deleitarse con dos movimientos de la Sinfonía No. 5 de Beethoven que, a decir de García Barrios, “es una obra que es una catedral, un monumento hecho por un gran arquitecto, un arquitecto de los sonidos. Beethoven nunca fue un gran melodista, tiene algunas melodías bellas, pero no era su fuerte, su fuerte era tomar pequeños ladrillos y partir de eso, construir catedrales increíbles, el tema de la 5ª sinfonía de Beethoven es el tema más famoso que existe”.
El primer movimiento, apuntó, es “el ¡cha cha cha chan! muy difícil de comenzar y son dos notas, sol y mi bemol y a partir de esas dos notas Beethoven construye absolutamente todo el movimiento, un movimiento de un gran dramatismo, que llega a ser angustiante, de una gran lucha”. Tras mostrarlo a los asistentes, los invitó a corear junto con la orquesta ese ¡cha cha cha chan!, lo cual imprimió un toque divertido al recital.
Después, continuó la interpretación del cuarto movimiento que, después del drama del primero, logra una brillante tonalidad basado sólo en el acorde de do mayor, que incluye las notas do, mi y sol y es una parte en la que Beethoven introduce los trombones a manera de fanfarria, lo cual hace 200 años era toda una sorpresa.
El concierto finalizó con una pieza de Arturo Márquez, el compositor mexicano más tocado en el mundo, la Conga del fuego nuevo, que puso ritmo entre los asistentes, ya que apuntó Eduardo García Barrios, es una obra brillantísima para orquesta y muy divertida pues tiene sentido del humor, la cual fue creada en el marco del cambio de milenio.
Eduardo García Barrios, quien también es coordinador general del Sistema Nacional de Fomento Musical del Conaculta, recordó que el ciclo Vive la Música surgió a iniciativa de Irma Caire, directora del Programa Nacional de Animación Cultural, a fin de permitir a los asistentes, experimentar un concierto de una manera diferente.
Y es que en la formación clásica, los músicos se ubican en el escenario con las cuerdas al frente, atrás las maderas, luego los metales y finalmente las percusiones, pero aquí se cambia el paradigma y los asistentes se sientan al lado de los músicos en una formación circular, lo que fue ampliamente celebrado por los espectadores.
“Estuvo perfecto, una experiencia increíble, esto se debería de repetir. Yo lo vi en la televisión y dije no me lo pierdo, estoy aquí desde muy temprano, pero está maravilloso, la experiencia de vivirlo junto a los instrumentos, junto a estos muchachos que están aprendiendo y que nos regalan esto, es maravilloso, no tiene precio, se sentían las vibraciones aquí en el pecho y el director, su emoción la transmitía”, señaló Carmen Ovalle, asistente al concierto.
También jóvenes músicos se dieron cita para vivir esta nueva experiencia, como Emilio Alejandro Cruz que, como estudiante de oboe, aseguró que “a mí sí me gustó mucho. Yo también toco, se escucha todo diferente, desde otro punto de la orquesta, aunque cada quien tiene su parte, uno se envuelve en eso y tiene la oportunidad de escucharse más”.
Tras sendos aplausos y un encore, en que la orquesta volvió a deleitar a los presentes con la Conga del fuego nuevo, pero en la parte en que el tema se convierte en un danzón, concluyó este primer recital, aunque antes, el director recomendó a los asistentes acudir a algún concierto en formato tradicional a la Sala Blas Galindo o a la Biblioteca Vasconcelos para comparar la experiencia.
Finalmente, recordó que dentro del ciclo Vive la Música, se ofrecerán otros cinco conciertos en lo que resta del año y que en 2016 se buscará hacerlos cada mes, ya que, dijo, es un mito que la música clásica se deba de entender, pues lo importante es sentirla.
Los próximos conciertos de este ciclo tendrán lugar los días 13 de septiembre, 11 de octubre, 29 de noviembre, 13 y 19 de diciembre, en punto de las 13:30 horas el Patio Octavio Paz de la Biblioteca México. La entrada es libre.