Joyas del cine antropológico y etnográfico mexicano se digitalizarán y restaurarán, de acuerdo con una de las cláusulas que integran un convenio marco signado recientemente entre el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Cineteca Nacional. Se trata de documentales indispensables por sus referencias a aspectos de ciertos grupos y entornos del país, su historia, ritos, tradiciones y costumbres, así como a los códigos de conducta individual y colectiva.
El material, a resguardo de la Cineteca Nacional (176 rollos en película de 16 mm y siete más de 35 mm) en una primera etapa, ha sido diagnosticado sobre su estado.
Documentales sobre las zonas arqueológicas de Bonampak, Cacaxtla, Palenque y Yaxchilán, entre otros, que constituyen material de consulta sobre la historia de estos sitios, forman parte del corpus cinematográfico. También incluye obra de registro antropológico sobre las celebraciones en distintas partes de México, como Carnaval en la Huasteca, Las fiestas de San Francisco y Semana Santa en San Felipe Osila, Oaxaca.
Como parte de los compromisos signados entre ambas instituciones, figuran la digitalización y la restauración de filmes generados por el INAH en los años 60 en formato de 16 mm. Semana Santa en Tolimán (1967) y El día de la boda (1968), de Alfonso Muñoz y Gastón Martínez Matiella, así como Él es Dios (1965), de Arturo Warman, son algunas de las películas que pasaron por este proceso de restauración para ser presentadas al público.
Destacan las cintas documentales que en ese entonces promovió el Departamento de Promoción y Difusión del INAH; éstas contaron con una investigación llevada a cabo por integrantes de la sección de Etnografía del Museo Nacional de Antropología, bajo la mirada experta del documentalista y antropólogo Alfonso Muñoz (1927-2001).
Entrevistado en alguna ocasión por José Rovirosa sobre su experiencia en el cine antropológico y etnográfico, Muñoz comentaba que como realizador debía tener el control de la fotografía; sin embargo, lo más importante era “involucrarse con la comunidad previamente, conocerla, y que la comunidad te conozca y tenga la plena confianza en lo que haces. Eso sería el requisito número uno para poder trabajar el cine etnográfico.
“Es importante no ser el hombre orquesta, es decir, ser el investigador durante tres años y luego realizar el documental. Es mejor aprovechar las circunstancias de vivir profundamente lo que es una comunidad y, a partir de ese aprendizaje, hacer el documental”.
Esa labor concienzuda de Alfonso Muñoz y de antropólogos como Lina Odena Güemes y Juan Ramón Bastarrachea posibilitó el contacto íntimo con la realidad indígena reflejada en documentales como Semana Santa en Tolimán, donde la celebración de los otomíes de la Sierra Gorda queretana queda expuesta en esas fechas; o El día de la boda, que muestra un espacio en la vida de los nahuas de San Bernardino Chalchihuapan, Puebla.
Otras cintas de Alfonso Muñoz se encuentran entre los rollos resguardados en la Cineteca Nacional: Peregrinación a Chalma (1972) y La Pasión de Cristo según los coras de la Mesa del Nayar (1973) son un ejemplo. La primera retrata los sacrificios que realiza la comunidad de Milpa Alta para acudir al santuario del Cristo Negro; la segunda aborda la peculiar reinterpretación de los coras sobre los episodios que marcan la Semana Santa.
Mención aparte merece Él es Dios, en el que se involucraron Arturo Warman, Guillermo Bonfil Batalla, Víctor Anteo y Alfonso Muñoz; es una película sobre una organización popular religiosa en el Distrito Federal: los concheros. El filme fue merecedor de la Diosa de Plata y obtuvo el primer lugar en la categoría “Documental de 16 mm” en el IV Concurso de Cine de Aficionados, otorgado por Pecime (Periodistas Cinematográficos de México, AC).
Este patrimonio fílmico del INAH, que la Cineteca Nacional tiene en su haber, fue realizado por antropólogos con base en sus investigaciones sobre las costumbres y tradiciones de comunidades de Querétaro, Puebla, Hidalgo y la propia Ciudad de México, entre otras entidades.
A raíz de esta colaboración, y para destacar el trabajo realizado por ambas instituciones, se planea programar ciclos de cine y proyecciones tanto en las salas de la Cineteca Nacional, como en los eventos realizados por el INAH; es el caso de las ferias editoriales y las expoventas: Los libros del INAH en los estados y la XXVII Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia.
La firma del convenio marco se realizó en las instalaciones de la Cineteca Nacional, donde se contó con la presencia de Alejandro Pelayo, su director general, y de Leticia Perlasca, coordinadora nacional de Difusión del INAH.