Caminito de la sierra, Falsa, Pénjamo, La ventanita morada, Negra consentida, Cholita y Varita de nardo, son algunos de los títulos más reconocidos de la autoría del multifacético artista mexicano Joaquín Pardavé (1900-1955).
La noche del martes 21 de julio, Pável Granados, coordinador del catálogo Música popular mexicana de la Fonoteca Nacional, tuvo como invitados a los cantantes Astrid Hadad y Zarco Gómez, para recordar y conmemorar la faceta artística del también compositor Joaquín Pardavé.
Y es que la Fonoteca Nacional tenía la necesidad de realizar un homenaje sonoro a este multifacético artista, quien falleció el 20 de julio de 1955, es decir, hace 60 años.
En su momento, Pável Granados señaló que este recinto a cargo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) cuenta con aproximadamente 30 canciones, de las más de 70 piezas compuestas por el cantautor.
El coordinador del catálogo Música popular mexicana agregó que Astrid Hadad es una de las artistas mexicanas que más ha interpretado al también actor, director y comediante mexicano Joaquín Pardavé.
Al ser reconocido por protagonizar y dirigir varias películas de comedia durante la década de los cuarenta, Pável Granados lo consideró el Charles Chaplin mexicano, pues también fue director de cine, actor, compositor e incluso pintor.
Algunos de los filmes destacados de Joaquín Pardavé son El baisano Jalil, El barchante Neguib, El ropavejero y La familia Pérez, donde trabajó con una de las actrices más famosas de México, Sara García. Ambos tenían una gran compatibilidad en la pantalla y se caracterizaban por interpretar una gran variedad de personajes cómicos, desde extranjeros libaneses hasta mexicanos de clase media.
Durante la sesión, Pável Granados ofreció una selección de canciones de la autoría de Joaquín Pardavé, interpretadas por diferentes artistas, algunos títulos fueron: Cholita, Falsa, Flores viejas, Negra consentida, Mi compadre Silverio y Bésame en la boca. Además de charlar con sus invitados y compartir con el público la historia de algunos de los temas significativos en la vida del autor, como el de la canción Cholita, la cual compuso como regalo de boda para su esposa Soledad Rebollo, y la cual grabó en 1929 Juan Arvizu.
Para Joaquín Pardavé era importante presentar en sus películas los valores, el amor, la familia, la unión, y todo ello lo retrató en su vida cotidiana, el hogar que él vivía y que quería para todos los mexicanos, refirió Zarco Gómez.
Agregó que al venir de unos padres que eran actores de teatro, tuvo esta influencia, pero también la de la Revolución Mexicana y la del Porfiriato, diversas etapas que presentó a través del foxtrots, del chachachá, del mambo, del bolero, de la cumbia, de la trova yucateca y de la trova mexicana.
En su oportunidad, Astrid Hadad comentó que como actor, Joaquín Pardavé tuvo una ironía ingenua que lo hacía sentir muy cercano, era un personaje que no se enojaba y perteneció a una época del romanticismo exacerbado.
Entre el público se encontraba uno de los sobrinos de Joaquín Pardavé, Gustavo Pardavé, quien vivió por muchos años con el artista y recordó que a pesar de que su tío interpretaba a personajes libaneses y españoles, él era orgullosamente mexicano. Estos personajes los hacía a través de la observación, pues en aquel tiempo llegaron muchos libaneses y españoles a México.
Añadió que estas imitaciones las hacía con mucho respeto y cariño. Fue un hombre que tenía la facilidad de hacer mucha amistad, fue amigo de toreros, futbolistas y artistas famosos, por lo que convivir con ellos era normal.
Para cerrar el homenaje, Zarco Gómez interpretó las canciones No hagas llorar a esa mujer y Ando picado, esta última con arreglos musicales del propio cantante. Mientras que Astrid Hadad cantó Aburrido, La ventanita morada y Caminito de la sierra a dúo con Zarco Gómez, interpretaciones que el público, sobre todo de edad avanzada, tarareó y cantó.