El PT está perdiendo la dignidad, más que el registro, aseveró Luis Patiño Pozas, ex dirigente del Partido del Trabajo en Michoacán, al resaltar que en el afán de mantener el registro nacional, se han dejado a un lado los cimientos con los que este instituto político fue fundado en 1990.
La postura de Patiño se enmarcó en el acercamiento que sostuvo el líder nacional del Partido del Trabajo, Alberto Anaya, con el coordinador de la bancada priísta en San Lázaro, César Camacho Quiroz, en donde le solicitó respaldo para que el organismo de izquierda a su cargo se mantenga en el esquema político nacional.
Para Luis Patiño, esta acción es un síntoma de “desesperación e incongruencia ideológica”, tras referir que nada podrían hacer los legisladores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) sobre la situación que enfrentan los petistas ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Más que recurrir al PRI para interceder por el partido de izquierda ante las autoridades electorales, consideró que lo que en realidad Alberto Anaya buscaba era solicitar la permanencia del grupo parlamentario del PT en el Congreso de la Unión, sin embargo, al no haber alcanzado el mínimo del tres por ciento en el padrón electoral, los legisladores petistas estarán siendo limitados a operar como diputados independientes y, por ende, no podrían conjuntar una bancada sin un instituto político de origen.
Agregó que las deficiencias de transparencia en el Partido del Trabajo han sido muchas, sin embargo, resaltó que los principales culpables han sido los líderes y operadores por usar al organismo como una plataforma de negociación de cargos tanto al interior del partido, como en los obtenidos por elección popular.
“El PT está podrido, al igual que el sistema político”, enfatizó tras resaltar que la clase política, de manera general, se encuentra en crisis por la falta de resultados y la nula cercanía que han tenido con la militancia.
Luis Patiño lamentó el presente y el hundimiento que está viviendo el PT, tras recordar que este instituto político luchó en un inicio por conformar un frente de jóvenes activistas que pretendieran reivindicar el rumbo del país.
“Hoy, como fundador, me duele ver que la militancia no se moviliza sin no es con dádivas, o si no hay viáticos de por medio. A eso los enseñaron los líderes: a recibir para actuar, y sobre la marcha se olvidaron de los lineamientos ideológicos que formaron al partido”.
INF./TELEFONO ROJO/QUADRATIN