Mark Zuckerberg, consejero delegado de Facebook, respondió este martes a las preguntas de usuarios de la red social. La primera hacía referencia a una petición que acompaña a la empresa desde hace años: un botón de “no me gusta”.
Según admitió Zuckerberg, hace tiempo que los usuarios piden esta funcionalidad. «Hoy es un día especial porque podemos decir que estamos trabajando en ello y estamos muy cerca de poder hacer una primera prueba”.
Eso sí, el botón no servirá para que, por fin, puedas manifestar tu oposición a las frases de Coelho. “No queremos convertir Facebook en un foro en el que la gente pueda votar a favor o en contra de las actualizaciones de los demás -explicó Zuckerberg-. Esto no ayudaría a construir la clase de comunidad que queremos crear. No quieres pasar por el proceso de compartir un momento que ha sido importante para ti en tu día y luego ver cómo alguien le da votos negativos”.
Eso sí, el botón no servirá para que, por fin, puedas manifestar tu oposición a las frases de Coelho. “No queremos convertir Facebook en un foro en el que la gente pueda votar a favor o en contra de las actualizaciones de los demás -explicó Zuckerberg-. Esto no ayudaría a construir la clase de comunidad que queremos crear. No quieres pasar por el proceso de compartir un momento que ha sido importante para ti en tu día y luego ver cómo alguien le da votos negativos”.
Aún no se conocen detalles, pero muy probablemente este botón no será un pulgar hacia abajo: el New York Times recoge que ya en diciembre Zuckerberg dijo a un grupo de usuarios que la empresa no había dado con la forma de añadir este botón de forma que resultara una acción positiva y no una negativa. Es decir, una forma de mostrar tu apoyo con un amigo que ha perdido el trabajo, por ejemplo, un “no me gusta lo que me estás contando”. No es extraño que Facebook esté tardando tanto: no se trata de un sentimiento fácil de expresar sólo con un icono o con un par de palabras.
No me gusta tu «no me gusta»
Se suele apuntar que otro motivo por el que a Facebook se ha resistido a este botón es el de la publicidad. A las marcas no les gustaría que alguien diera votos negativos a sus ofertas y productos.
Sin embargo, este impacto negativo fue descartado también en Quora por Tom Whitnah, otro ingeniero de Facebook, ya en 2012: “Hay muchas razones por las que casi nadie en Facebook quiere este botón, pero nunca he oído ninguna conversación acerca de su impacto en los anunciantes y creo que todo lo que he leído sobre su influencia en esta decisión está tan lejos de la verdad como te puedas imaginar. La decisión siempre se ha basado en el impacto negativo que esta dinámica tendría en la experiencia de los usuarios”.
Whitnah escribe que aunque a muchos les gustaría un botón de “no me gusta”, a casi nadie le resultaría agradable ver que se usa con sus propias fotos y actualizaciones. Además, este botón no sólo aumentaría el nivel de negatividad, sino que llevaría a que mucha gente compartiera menos contenidos.
El botón genial
El botón de “me gusta” se lanzó el 9 de febrero de 2009. Y casi desde el primer momento los usuarios pidieron el botón de no me gusta, como se puede ver haciendo una rápida búsqueda. También se propusieron parodias, como la del grupo que pedía sustituir el botón de “me gusta” por el de “se me enamora el alma”.
Como explicó en Quora el director de ingeniería de Facebook Andrew Bosworth, la empresa trabajó durante un año y medio en el botón. Se barajó la opción de dar una estrella, el signo de la suma y el pulgar hacia arriba.
También se discutió cómo llamar a esta funcionalidad. La primera opción que se barajó fue el botón “awesome” (genial), pero se rebajó a «like» al ser más universal. De hecho, hasta entonces uno podía hacerse «fan» de páginas en esta red social, lo que también sonaba más comprometido que un simple “me gusta”. A uno le puede gustar un detergente, pero es posible que no tanto como para ser fan.
El propio Zuckerberg no estaba muy seguro acerca de si este botón iba a funcionar o no: había dudas, por ejemplo, acerca de si mucha gente se iba a conformar con un «me gusta» en lugar de compartir contenidos. Sin embargo, las primeras pruebas mostraron que el botón aumentaba las interacciones, sobre todo los comentarios.
Lo que está claro es que desde el primer momento quedó descartada la posibilidad de un “no me gusta”. Por ejemplo, la principal pega que se veía a dar una estrella era que sonaba a una crítica negativa. De hecho, en su anuncio de la nueva funcionalidad, Facebook comparaba el botón de «me gusta» con una crítica de un restaurante en el que un “like” era una valoración de cinco estrellas y un comentario, la crítica completa.
Siguiendo con la comparación, el botón de “no me gusta” servirá para decir “no me gusta que se te haya quemado la cocina y espero que puedas volver a abrir pronto porque en tu restaurante se come genial”.