Virgen de la Soledad…celebran a la patrona de los oaxaqueños

Al encabezar la celebración eucarística por la festividad de la Virgen de La Soledad, el Arzobispo de Antequera-Oaxaca, José Luis Chávez Botello, sostuvo que es necesario que las personas vuelvan la mirada a esta advocación, pues la sociedad se está endureciendo, se tiene egoísmo, cerrazón de grupos, y soberbia.

Consideró que se vive una deshumanización que se genera porque las personas se corrompen; “pareciera que se miden fuerzas, y ya no se está abierto a la vida huma, el amor y la verdad”.

Desde la Basílica Menor, indicó que esta celebración invita a recoger algunos momentos de la historia de Oaxaca, sobre todo de la Ciudad, ya que la proclamaron como Patrona, a través de siglos han sentido los fieles a través de esta advocación y esta imagen, los cuidados, la asistencia en momentos difíciles.

“La Virgen ha ayudado en muchos momentos como el Plan Diocesano de Pastoral, y en el Centenario de su Coronación se culminó este trabajo, lo cual se palpa de muchos pobladores, se nota en la participación, en los signos, en acercarse a estos festejos”, afirmó.

Es importante que se vuelva la mirada a la Virgen, pues las mujeres tienen las cualidades de ternura, cariño, de transmitir el afecto, el aprecio, “es lo que le falta a la sociedad que se ha vuelto dura, insensible, y las mujeres tienen la misión muy grande en este momento histórico en que pareciera que la sociedad se está deshumanizando”.

La Virgen muestra otro camino, el de la ternura la paciencia, de no perder de vista la meta final, “los signos de endurecimiento son el egoísmo, la cerrazón de grupos, de personas, la soberbia”.

La deshumanización y el endurecimiento también se da por las personas que se corrompen, es medir fuerzas, “cuando los grupos buscan medias fuerzas ya no están abiertos a una vida humana, al amor, la verdad, a convivir juntos”.

Este tipo de situaciones destruyen como se ve en Siria, pero el endurecimiento también provoca autoritarismos, las guerras, el sentirse más fuertes que otros, “la Virgen muestra que se tiene que cambiar el corazón, se requiere de consuelo, cariño, amistad auténtica”.

Durante la homilía, señaló que la celebración se realiza en un marco de problemas, violencia y situaciones difíciles invita a la redención del corazón, “Dios pudo haberlo hecho fácil pero quiso enseñar el camino de la superación, del amor, de la entrega, lo quiso dar a conocer haciéndose hombre como cualquier otro”.

El camino de Dios es otro, enseñar a ser hijos de Dios, “por eso escogió a María, le confió a su mismo hijo y María le creyó cuando le anunció la misión que le confía, le comprende y sabe que Dios la escogió para una misión especial”, dijo.

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