Tlaxcala resultó el primer fracaso del primer intento de la izquierda y la derecha para enfrentar con éxito al Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Ante la falta de acuerdos, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) decidió postular a la senadora Lorena Cuéllar Cisneros para gobernadora del estado y de esa manera suspende las negociaciones para postular un abanderado de unidad con Acción Nacional (PAN).
De esa manera, Acción Nacional (PAN) y Ricardo Anaya están en libertad de quien es puntera en todas las encuestas, Adriana Dávila, sin riesgo de escisiones internas.
Dávila, también senadora y opositora a las uniones anti natura PAN-PRD, había amenazado con abandonar el PAN si se imponía una decisión desde la cúpula para cumplir el capricho perredista de repartirse los 12 estados donde habrá elecciones ordinarias en 2016.
No incluye la de Colima porque es extraordinaria y los candidatos ya andan en campaña.
El tema surgió durante una conferencia de prensa del dirigente perredista Agustín Basave, quien respecto a las alianzas confesó:
-No tenemos todavía estados aprobados.
Las negociaciones siguen, prosiguió, sin previsiones posibles.
Sin embargo, luego anunció la candidatura de Lorena Cuéllar, a quien el PAN se niega a apoyar.
Respecto a Tlaxcala, dijo que es difícil porque al PAN “se le complica mucho ese estado y así nos lo han expresado”.
El dirigente nacional perredista también negó que haya un acuerdo en principio para ir en alianza con Acción Nacional en seis de los 13 estados que tendrán elección para gobernador en 2016.
Insistió en que están todavía en proceso de discusión y diálogo; de lograrse algún acuerdo, se tiene que procesar internamente en ambos partidos pues cada uno tiene sus propios cuerpos colegiados internos.