Tuxtla Gutiérrez, Chis.- Indígenas choles del poblado Nueva Esperanza, del municipio de Tila, acusaron al alcalde Limberg Gregorio Gutiérrez Gómez, del PVEM, de desestabilizador por su negativa a reconocer el nombramiento de autoridades comunales y negar la obra pública local.
Este domingo, en un acto público, los ancianos y «principales», según los usos y costumbres y el respaldo de la asamblea ejidal, tomaron protesta al nuevo agente municipal, Luis Vicente Pérez Martínez, y demás integrantes, tras destituir a Roberto Martínez Torres, acusado de incumplimiento y servir a los intereses personales del presidente municipal.
«La decisión de destituirlo se tomó después de que se descubrió que Martínez Torres firmó documentos donde aceptaba la conclusión de la obra de drenaje de la comunidad y la falsificación de firmas», argumentaron.
La determinación molestó a Gutiérrez Gómez, quien rechazó el nombramiento y proporcionar salarios, uniformes y gasolina para la patrulla ejidal.
Los choles acusan al alcalde de apoyar al supuesto grupo paramilitar Paz y Justicia que opera en esa región del Norte chiapaneco.
«La asamblea ejidal fue para nombrar a un ejidatario respetado y honesto, porque el destituido pertenece al grupo del presidente municipal; es decir, a la organización paramilitar Paz y Justicia, que se escuda en las siglas del Partido Verde Ecologista de México», aseguraron.
El pasado 24 de octubre, Habitantes de Nueva Esperanza denunciaron la desaparición del ejidatario Carlos López Martínez, ocurrida luego de una protesta comunitaria contra autoridades estatales y municipales, por incumplimiento de obras públicas.
Los choles relacionaron el hecho con denuncias por irregularidades en la construcción de la obra de drenaje en la localidad, en la que involucran a la secretaría estatal de Infraestructura y a la presidencia del Ayuntamiento.
Los pobladores se inconformaron por la supuesta falta de calidad de la obra pública y exigieron información del costo del proyecto.
Agencia El Universal