Río de Janeiro.- Las autoridades de Río de Janeiro inauguraron hoy un puesto policial en una favela que hasta hace unas semanas era controlada por narcotraficantes, como parte de una estrategia para devolver la paz y el orden a los barrios marginales de la ciudad mediante programas sociales.
La Unidad de Policía Pacificadora (UPP) fue inaugurada en la favela «Morro dos Macacos», situada en la zona norte de la ciudad y donde hace un año una banda de narcotraficantes derribó a tiros un helicóptero policial que participaba en una operación contra el crimen organizado, causando la muerte a tres agentes y heridas a otros tres.
Las UPP se crearon como un programa de seguridad implantado por el gobierno regional para pacificar las favelas mediante una combinación de presencia policial permanente y programas de inclusión social de los habitantes de esas barriadas.
En el puesto inaugurado hoy en el «Morro dos Macacos» trabajarán 228 policías que se encargarán de mantener la paz en esa barriada en la que habitan unas 27 mil personas, así como en las vecinas Pau da Bandeira y Parque Vila Isabel, según la Gobernación del estado de Río de Janeiro.
A mediados de octubre pasado, cerca de un centenar de hombres del Batallón de Operaciones Especiales (BOPE) de la Policía Militarizada de Río había ocupado la favela con el fin de preparar el terreno para la llegada de los agentes que a partir de hoy vigilarán permanentemente ese sector.
La inauguración de hoy fue presidida por el alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, y por el gobernador Sergio Cabral, quien destacó el éxito conseguido por las UPP en las doce favelas cariocas en las que ya fue implantado ese programa.
«Mientras no haya paz no se conquista el estado democrático», dijo Cabral.
La instalación de la UPP en el «Morro dos Macacos» se produce dos días después de que unos 2 mil 600 policías y militares se tomaran por la fuerza el Complexo do Alemao, un conjunto de favelas que durante décadas fue dominado por narcotraficantes que imponían su ley.
El Complexo do Alemao fue el segundo bastión del narcotráfico conquistado en menos de una semana por los cuerpos policiales con el apoyo del Ejército y la Marina, puesto que el pasado jueves, en una operación similar, expulsaron a los delincuentes atrincherados en la favela Vila Cruzeiro.
Los delincuentes escondidos primero en Vila Cruzeiro y luego en el Complexo do Alemao habían sido señalados por las autoridades como los autores de la ola de violencia que la semana pasada dejó más de un centenar de vehículos incendiados y que provocó una reacción policial en la que se registraron al menos 37 muertos.
«La pobreza y la falta de inversión social no justifican lo que ha pasado en Río en esta última semana», agregó el gobernador.
Cabral anunció ayer que en las dos favelas tomadas por la fuerza en los últimos días también serán instaladas Unidades de Policía Pacificadora a mediados del año próximo.
«En el primer semestre del año que viene o, como máximo, en septiembre, serán instaladas dos grandes UPPs en esa comunidades», manifestó Cabral, quien aclaró que, hasta entonces, el orden público en la región será garantizada por cerca de 2.000 soldados del Ejército.