Unos 4,8 millones de personas en Sudán del Sur afrontarán en breve una grave escasez de alimentos y precisarán ayuda humanitaria urgente durante los próximos meses, alertaron hoy la FAO, UNICEF y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Según las agencias de la ONU, el nivel de inseguridad alimentaria de este año en el país no tiene precedentes puesto que el deterioro de la situación coincide con una temporada de carestía anual inusualmente larga y las familias ya han agotado sus reservas sin que se esperen nuevas cosechas hasta agosto.
Los organismos destacaron que, además de la asistencia alimentaria y nutricional, la tercera parte de la población sursudanesa precisa ayuda agrícola, y advirtieron el riesgo de una catástrofe humanitaria en algunas zonas del país.
“Se trata del mayor nivel de inseguridad alimentaria desde el inicio del conflicto en Sudán del Sur hace dos años y medio. Además, esta cifra no incluye a los 350.000 residentes en las zonas de protección de la población civil de las Naciones Unidas u otros campos para las personas desplazadas, que dependen hoy totalmente de la ayuda humanitaria”, apuntaron las agencias.
El representante de la FAO en Sudán del Sur, Serge Tissot, expresó gran preocupación por la extensión de la carestía de alimentos más allá de las zonas de conflicto.
“Las subidas de precios, carreteras intransitables y mercados inoperantes impiden a muchas familias, incluso a aquellas que viven en pueblos y ciudades, el acceso a los alimentos», puntualizó Tissot.
La inseguridad alimentaria y los conflictos obligan a muchas familias a abandonar Sudán del Sur hacia países vecinos. En los últimos meses, se estima que 100.000 sursudaneses han cruzado la frontera hacia Sudán, Kenya, la República Democrática del Congo y Uganda, y se espera que este número aumente a más de 150.000 a finales de junio.