La Corte de Casación de Francia validó hoy que la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, sea juzgada por presunta “negligencia” en un arbitraje que realizó cuando era ministra francesa de Economía (2007-2011), informaron hoy fuentes judiciales.
En su veredicto, publicado este viernes, la Corte rechazó el amparo presentado por los abogados de Lagarde para no ser juzgada por eso caso en el que la exministra corre el riesgo de ser condenada a una pena máxima de un año de cárcel y 15 mil euros de multa (16 mil 600 dólares).
El abogado de Lagarde, Patrick Maisonneuve, declaró a medios locales que lamentaba la decisión tomada por la Corte y se mostró convencida de que la Corte de la República, que juzgará a la exfuncionaria, la exculpará de cualquier responsabilidad en el presunto delito que se le reprocha.
La decisión judicial anunciada hoy supone que Lagarde deberá comparecer en una fecha todavía no anunciada ante la Corte de Justicia de la República, una instancia especial creada para juzgar delitos cometidos por miembros del gobierno francés durante el ejercicio de sus funciones.
Lagarde está acusada de “negligencia” por su actuación cuando era ministra de Economía (2007-2011) en un arbitraje presuntamente “irregular” que se saldó con la concesión de más de 400 millones de dólares al empresario galo Bernard Tapie.
Los abogados de quien fuera ministra durante el gobierno del conservador Nicolas Sarkozy habían presentado un amparo para evitar que Lagarde fuera juzgada por presunta malversación de fondos públicos, pero fue rechazado sucesivamente.
El caso, cuyo origen es el litigio del empresario por la reventa por el banco francés Credit Lyonnais de la multinacional deportiva Adidas, persigue a Lagarde desde hace años, pero no le impidió renovar su mandato en el Fondo Monetario Internacional, que le sigue otorgando su confianza.
A finales del año pasado, el empresario que se benefició del arbitraje, Bernard Tapie, fue condenado a devolver los 403 millones de euros (448 millones de dólares) que percibió en 2008 fruto del arbitraje del que Lagarde era la máxima responsable.
Lagarde ha afirmado siempre haber actuado en este asunto en el interés del Estado francés y respetando las leyes.