Al menos 858 migrantes que tenían una orden de deportación en Estados Unidos recibieron la ciudadanía estadounidense debido a un error en los bancos de datos del gobierno federal, admitió el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
El informe de la Oficina del Inspector General del DHS reveló que los inmigrantes usaron nombres o fechas de nacimiento alterados, pero sus datos no pudieron ser cotejados porque sus huellas dactilares no se encontraban en los bancos de datos.
La ciudadanía fue otorgada por la Oficina de Ciudadanía y Servicios Migratorios (USCIS) a inmigrantes de países con altas tasas de fraude migratorio.
A raíz de la investigación, la Oficina de Aduanas e Inmigración (ICE) detectó 148 mil huellas dactilares viejas que no han sido digitalizadas, y que pertenecen a inmigrantes con órdenes finales de deportación o que son criminales fugitivos.
Autoridades examinan los casos de los inmigrantes para determinar si merecen ser despojados de la ciudadanía estadounidense, en especial de aquellos que trabajan en posiciones de alta responsabilidad pública.