Veníamos con la idea de que el próximo proceso electoral federal iniciará en octubre de este año. Error. En realidad, iniciará en septiembre. Octubre fue una excepción para los comicios del 2015.
La norma correspondiente dispone: “El proceso electoral ordinario se inicia en septiembre del año previo al de la elección y concluye con el dictamen y declaración de validez de la elección de Presidente de los Estados Unidos Mexicanos. En todo caso, la conclusión será una vez que el Tribunal Electoral haya resuelto el último de los medios de impugnación que se hubieren interpuesto o cuando se tenga constancia de que no se presentó ninguno.”
E iniciará en la primera semana de septiembre.
En materia electoral las fechas y plazos son determinantes, no solamente para establecer cuando empieza el proceso electivo, sino para tener claridad sobre cuánto tiempo tienen los órganos legislativos para hacer las leyes electorales, cuándo los partidos políticos iniciarán procesos internos y como para cuándo habrá candidatos… para el 2018 serán candidatos a la Presidencia de México, al Senado y a la Cámara de Diputados Federal, además de los cargos a elegirse en comicios concurrentes en algunas entidades.
Así que el inicio del proceso electoral está más cerca de lo imaginado.
Ningún interés por una reforma electoral
Y más próximo se encuentra el vencimiento del plazo para realizar cualquier reforma electoral. Son 90 días antes del inicio del proceso electoral en el que vaya a aplicarse. Por lo tanto el plazo vence a finales de mayo. Entonces quedan tan solo cuatro meses.
No obstante, no se le ve interés a la clase política nacional por hacer ni siquiera una reforma mínima. Claro, hay quienes opinan que por el momento no hace falta. Y quizá tengan razón en cuanto a las reglas de la competencia. Pero hay otras necesarias de revisar como, por ejemplo, las relativas a la integración del Poder Legislativos para establecer menos diputados federales por el principio de representación proporcional y la eliminación de los 32 senadores pluris.
Finalmente las normas surgen de las necesidades de la realidad social. Y en estos momentos las condiciones del país urgen eliminar o por lo menos reducir la sobre-representación en nuestro país.
Y bueno, ese plazo también aplica en las entidades federativas con elecciones concurrentes en el 2018 como es el caso de Oaxaca, donde de nuevo elegirán diputados locales y concejales a los ayuntamientos; y donde se requiere una reforma electoral para armonizar la legislación local, pues sigue vigente el antiguo Código.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación, cabe recordar, dio revés a la ley electoral oaxaqueña por desaseo legislativo de la Legislatura anterior y la entidad vivió sus elecciones del 2016 como pudo, sobre una ley casi inservible.
A ver qué diputado o diputada alza la mano para presentar la correspondiente iniciativa de ley. Caso contrario, el proceso electoral local se tendrá que ajustar a los ordenamientos generales y a los lineamientos emitidos por el Instituto Nacional Electoral (INE) y por el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO).
Después nadie se queje en el órgano electoral; nos referimos a los partidos políticos que luego sobre la marcha quieren hacer las cosas y presionan a la autoridad electoral cuando tuvieron todo el tiempo para promover las iniciativas correspondientes para hacer la reforma electoral.
Y mejor andan repartiendo cuánta cosa en las comunidades y a título personal cuando los recursos salen de las arcas públicas.
ELOY, SECCIÓN 22
La Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, adherido a la CNTE, demostró una vez más por qué en las bases descansa la fuerza de esta agrupación sindical.
Eloy López Hernández venció a los candidatos priistas (“Pozoleros” y “Pelones”), dicen en los corrillos magisteriales.
Es casto de todo acuerdo inconfesable. ¿Y hasta cuándo le durará? Eso sí quien sabe.
Por lo pronto, el perfil de Eloy revela lecturas interesantes.
Eloy López Hernández, nuevo líder de la Sección 22, es originario de la mixteca oaxaqueña y es egresado de la Escuela Normal Rural “Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Guerrero; de línea política magonista.
Se estrenó con una marcha así como para mostrar músculo y llamó a la unidad de la sección sindical; unidad desdibujada como consecuencia de la instrumentación de la reforma educativa.
Parece que tanto el Gobierno Federal como el Gobierno de Oaxaca tendrán dificultad para convencer a la Sección 22 de aceptar dicha reforma… a menos de que Eloy López Hernández pronto ceda.
Sin embargo, la Sección 22 no es un dirigente; son sus bases.
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Correo: rosyrama@hotmail.com