Autoridades colombianas, líderes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP) y el jefe adjunto de observadores de la Misión de la ONU en Colombia recibieron el miércoles en un campamento de la localidad de Pondores, en el departamento de la Guajira, a más de 200 hombres y mujeres del grupo guerrillero.
El acto simbólico da inicio al proceso de dejación de armas y separación de fuerzas, previsto por el Acuerdo de Paz Final para poner fin al conflicto en Colombia.
Los recién llegados se suman a los más de 6.300 integrantes de las FARC-EP que se movilizan desde el sábado hacia las Zonas Veredales Transitorias de Normalización y los Puntos Transitorios de Normalización en 14 departamentos del país.
“Esto muestra que estamos llevando el acuerdo a la realidad,” dijo el Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, quien destacó que lo que tendrá lugar en el campamento no es sólo la dejación de armas, sino también la transición de los guerrilleros a la vida civil.
Por su parte, Iván Márquez, líder del equipo negociador de las FARC-EP en La Habana, mostró gran regocijo por la llegada de este grupo.
“Algo bueno está pasando en Colombia, y es la paz…Aquí estamos para decirle a Colombia que el proceso de paz está en marcha. Esta paz es irrefrenable, indetenible, vamos para adelante”, subrayó.
Al intervenir en el acto, el jefe adjunto de los observadores de la Misión de la ONU en Colombia, el General José Mauricio Villacorta, afirmó que el momento era de relevancia vital y expresó un reconocimiento a los esfuerzos tanto del Gobierno como de las FARC-EP para la implementación del Acuerdo Final.
Tras su llegada, los guerrilleros registrarán las armas que portan. La pólvora, granadas y minas antipersona que traigan consigo, serán destruidas en el mismo campamento. Tras 180 días, la Misión de la ONU retirará la totalidad de las armas