CRÓNICA POLÍTICA: El discurso del PRI contra la corrupción choca en Oaxaca

Mientras el jefe político del priismo nacional Enrique Peña Nieto y el presidente del CEN del PRI, Enrique Ocho Reza, traen el discurso en contra de la corrupción como parte de una estrategia electoral rumbo a las elecciones del 2017 y del 2018, en las entidades federativas los militantes no lo entienden, según parece.
Por ejemplo:
Como ya es sabido, justo en las vacaciones de Semana Santa el Secretario General de Gobierno de Oaxaca, Alejandro Avilés Álvarez, renunció al cargo por usar un helicóptero oficial para fines personales.
Después de su dimisión desapareció de la vida pública. Sin embargo, se generaron trascendidos como los siguientes: Que sostenía reuniones secretas con presidentes municipales y actores políticos, y que preveía su adhesión a Morena con el propósito de buscar la candidatura al Senado de la República para los comicios del 2018.
Quien sabe si los trascendidos contienen información real o son mensajes provenientes del mismo equipo de Avilés Álvarez con el ánimo de amagar a los dirigentes del PRI; incluso, al mismo jefe de los priistas oaxaqueños, Alejandro Murat Hinojosa, a efecto de llamar la atención y nuevamente lo consideren en las actividades políticas y públicas.
Transcurrieron los días, y el viernes pasado el depuesto Secretario General de Gobierno de Oaxaca reapareció en la sesión de Consejo Político Estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), porque por estatutos es consejero. Entonces, ¿debió asistir? Sí.
Aunque bien pudo haber solicitado permiso para evitar reavivar el escándalo sobre el uso del helicóptero del Gobierno del Estad para uso personal; cuidar de ese modo la imagen del partido, la de él y la imagen Alejandro Murat como gobernador y jefe político de los priistas oaxaqueños.
Sin embargo, se presentó a la sesión del Consejo Político Estatal del PRI como si nada hubiera pasado. Es más, se tomó y boletinó una serie de fotografías como miembro de dicho órgano deliberativo, en una de las cuales aparece saludando al gobernador Alejandro Murat.
¿Qué mensaje envía? Que en el estado de Oaxaca el combate a la corrupción es mero discurso.
Claro, la intención de Alejandro Avilés pudo haber sido solamente aparecer para dispar los rumores sobre sus reuniones secretas, pero sobre todo cualquier acercamiento con Morena.
Sin embargo, su aparición pública no era necesaria. Una carta fijando su postura ante los rumores era más que suficiente. No obstante, optó por asistir a la sesión de Consejo Político Estatal, con lo cual envió a la ciudadanía un mal mensaje cuando en la ruta para las elecciones del 2018 el PRI necesita de credibilidad.
Luego luego se soltaron las especulaciones sobre si el PRI premiará al funcionario depuesto con la candidatura al Senado de la República, o lo nombrará nuevamente presidente del Comité Directivo Estatal, Secretario de Elecciones o coordinador de campañas electorales.
¿Y dónde queda su fama de hacer negocio con las candidaturas?
En fin. Quizá la dirigencia del PRI local no preveía el uso que Alejandro Avilés dio al Consejo Político Estatal: Un foro para “refrendar” su militancia de más de 25 años en este partido político. Incluso, en el comunicado se subrayó:
“(El licenciado Alejandro Avilés) con orgullo mencionó que es priista, siempre lo ha sido y lo seguirá siendo…; invitó a todos los priistas oaxaqueños a cerrar filas con el Gobernador del Estado, Alejandro Murat Hinojosa, para concretar los grandes proyectos que requiere nuestra entidad; (y) se declaró listo para enfrentar, de la mano con la militancia priista, los grandes retos que se vislumbran en el ámbito nacional para el Revolucionario Institucional.”
¿O sea, participará en el PRI estatal o por lo menos en la operación electoral rumbo a los próximos comicios? ¿O es un mero mensaje del funcionario depuesto para llamar la atención de la dirigencia local?
¿Y con qué calidad moral invita al priismo a cerrar filas en torno a Murat Hinojosa cuando él hizo todo lo contrario? La Secretaría General de Gobierno pronto se convirtió en su plataforma hacia la candidatura del PRI al Senado de la República, y tomaba decisiones distintas a las instrucciones del mandatario; o por lo menos así parecían.
Por ejemplo, mismos diputados locales comentaron la negativa del Secretario General de Gobierno depuesto se oponía a la aprobación de la iniciativa para desaparecer la figura de administradores municipales. Además, había empezado a nombrar delegados regionales de la Secretaría.
En fin, el protagonismo y las ansias de poder lo llevaron a labrar en poco tiempo una imagen de vice-gobernador; muy distinto al actual Secretario General de Gobierno, Héctor Anuar Mafud, quien actúa con prudencia y discreción.
Pero Alejandro Avilés no entiende. Sigue con su protagonismo. Al Consejo Político Estatal del PRI llegó saludando a todo mundo, incluso, subió al presídium a saludar a los personajes principales, así como para hacer sentir su presencia.
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