El estrés agudo que padecen 75.000 refugiados en Grecia y algunos países de Europa del Este al no poder acceder a la reunificación familiar a la que tienen derecho, preocupa al Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF).
Entre los afectados hay que incluir a unos 24.600 menores.
La situación es particularmente complicada para las madres solteras y los niños que esperan reunirse con familiares que viven en otros países de la Unión Europea, al desconocer cuándo se producirá.
UNICEF destacó que tras el cierre fronterizo europeo del año pasado y el acuerdo alcanzado por la Unión Europea y Turquía para la devolución de migrantes irregulares a territorio turco, estas personas han quedado retenidas en los países de tránsito, desde donde deben solicitar la reunificación familiar.
La directora regional de UNICEF, Afshan Khan, llamó la atención sobre la lentitud e incertidumbre de dicho proceso, que puede tomar entre 10 meses y dos años y que causa gran ansiedad y sufrimiento emocional.
La agencia de la ONU indicó que supervisa en Grecia la salud mental y la depresión de las madres y los niños que esperan reunirse con sus familiares.
En 2016, más de 100.000 niños llegaron a Grecia, Italia, Bulgaria y España, 33.800 de ellos no estuvieron acompañados por un adulto.