“He luchado siempre contra nomenclaturas y he ganado siempre”, reaccionó Ricardo Monreal Avila tras conocer la imposición de Claudia Sheinbaum por Andrés Manuel López Obrador.
Amable con los medios pero con expresión seria, diríase de enojo, agregó:
-Ahora es la pelea más complicada de mi vida… Pero estoy tranquilo.
Monreal Avila acudió al hotel Benidorm, a donde fueron convocados los cuatro aspirantes a la postulación para gobernar la ciudad por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
El zacatecano tuvo dos momentos:
Cuando llegó se mostraba con cierta confianza y dijo tener “la intuición” de que había ganado con cierta facilidad en la supuesta encuesta convocada a instrucción del Peje pero de la cual nadie supo nada.
-Vengo por respeto y también para respetar las reglas -agregó.
Después ya no era el mismo:
“He luchado siempre contra nomenklaturas y he ganado siempre, pero ahora es la pelea más complicada de mi vida. Pero estoy tranquilo”.
Se refería, claro, al rechazo que encontró en 1998 cuando su partido, el Revolucionario Institucional (PRI), optó por José Olvera para gobernador de Zacatecas y él se refugió en el Partido de la Revolución Democrática (PRD) del brazo de López Obrador.
Hoy, ninguneada por quien entonces lo arropó, se enfrenta a la misma situación y en su equipo se ve pasmo, contradicción, enojo y esperan una decisión radical de su jefe, eventualmente el paso hacia quienes lo han invitado.
Le han ofrecido ser, por ejemplo, candidato de un arco iris partidista en el que caben Acción Nacional (PAN), el Revolucionario Institucional (PRI), de la Revolución Democrática (PRD), Nueva Alianza (Panal), Movimiento Ciudadano (MC) y organizaciones civiles.