Rajoy reprime a los catalanes como en los tiempos de Franco

Barcelona amaneció con sus centros de votación abiertos para los partidarios de la independencia de Cataluña, quienes según las autoridades enfrentaron a la policía y causaron más de 330 heridos.
Los choques se dieron en distintos puntos de la ciudad pese a que las fuerzas policiales no acataron la orden judicial de no permitir la celebración de esta consulta sin carácter jurídico alguno y opuesta al gobierno.
Avanzado el día, la vicepresidencia desconoció esa participación con una frase única: “No ha habido referéndum en Cataluña”.
LA GENERALITAT NO VOTA
Los cuerpos de antidisturbios de Policía Nacional y Guardia Civil se han enfrentado esta mañana contra más de un centenar de personas concentradas en el pabellón de Sant Julià de Ramis, donde estaba previsto que votara el presidente catalán, Carles Puigdemont.
El presidente de la Generalitat evitó acudir al colegio electoral que tenía previsto y ha podido votar en Cornellà de Terri, en Gerona.
En tanto, el gobierno defiende la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para impedir el referéndum del 1 de octubre en Cataluña.
El gobierno español ha subrayado que a nadie le gustan las imágenes en las que miembros de la Policía o la Guardia Civil han tenido que retirar por la fuerza a algunas personas de los lugares en los que se pretendía celebrar la votación. Pero han precisado que la responsabilidad es de quien ha mantenido una convocatoria ilegal y ha alentado a la gente a la movilización, destacó la Deutsche Welle.
NO HA HABIDO REFERÉNDUM
La vicepresidenta del gobierno español Soraya Sáenz de Santamaría, afirmó hoy que “no ha habido referéndum en Cataluña”, y culpó al gobierno de la Generalitat catalana de los incidentes registrados este domingo entre ciudadanos y las fuerzas de seguridad.
En una rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa en Madrid, expuso que la consulta organizada por el presidente catalán, Carles Puigdemont, carece de legalidad y que “lo que nunca tuvo valor legal no puede continuar, porque no contribuye a nada”.
Las palabras de la vicepresidenta española se dieron horas después de que la policía y la Guardia Civil desalojaran por la fuerza algunos de los colegios electorales instalados por el gobierno catalán para el referéndum y que dejaron 49 heridos (11 de ello agentes).
“La absoluta irresponsabilidad de la Generalitat ha tenido que ser suplida por la profesionalidad de las fuerzas de Seguridad, que han cumplido órdenes de la justicia, actuado de modo proporcional y el objeto de su actuación no son las personas sino los objetos” de la consulta, aseguró.
“Esta farsa no tiene sentido. Deberían ponerle fin a esta situación”, tras sostener que el responsable de los sucesos ocurridos en esta jornada es el gobierno de Cataluña.
Por su parte, Puigdemont hizo también una declaración tras las cargas policiales en la que aseguró que la actuación del Estado español “no detiene el deseo de los catalanes de poder votar pacíficamente y democráticamente”.
“Violencia, porras, balas de goma, agresiones indiscriminadas contra gente que pacíficamente se había concentrado para proteger urnas, papeletas y colegios electorales. La imagen exterior de España ha continuado empeorando y hoy ha llegado a unas cuotas de vergüenza que lo acompañarán por siempre”, dijo.