Una de las mayores maldiciones de México y, consecuentemente, de Oaxaca es, sin duda, la escandalosa corrupción sin llenadera alguna. Pero lo peor de todo es la criminal impunidad.
Ésta es garantizada por las amplísimas redes de corrupción construidas por los grupos que de manera permanente, se disputan el poder político y económico en Oaxaca desde los 70.
A quienes lo duden por ignorancia, ingenuidad, amiguismo, compadrazgo o complicidad, ahí está el caso paradigmático de Jorge Enrique Castillo Díaz, vicegobernador de Gabino Cué.
Es el mismo caso del senador perredista-petista muy pronto morenista Ángel Benjamín Robles Montoya, quien también fungió durante los primeros años del gabinato como vicegobernador.
El enfermizo afecto por Gabino Cué y sus desmedidas ambiciones llevaron a ambos personajes,
más que inteligentes, verdaderamente geniales, pero perversos, a un obligado choque de trenes.
Dado que a la fecha suman 685 organizaciones sociales manipuladas por los ex gobernadores, Murat debe ser extremadamente escrupuloso en el manejo de los recursos de la reconstrucción.
De no hacerlo el gobernador, más que el temido terremoto Big One, que podría alcanzar los 10 grados Ritcher, Oaxaca sufrirá los efectos desastrosos del terremoto de la mayor corrupción.
Éste último será totalmente devastador con un impacto social demoledor por inédito, sin precedente en la historia de Oaxaca, al hundir en la miseria a más de un millón de oaxaqueños.
De ninguna manera es un escenario alarmista, mucho menos catastrofista, sino por el contrario, completamente realista, a partir de los condenables hechos que ya se han vivido con la ayuda.
Hay múltiples denuncias sobre el acaparamiento y saqueo de la ayuda a los damnificados por la presidenta municipal de Juchitán, Gloria Sánchez López, y su hermano Héctor Sánchez López,
Con evidentes fines electorales el patriarca de la Coalición Obrero Campesino Estudiantil del Istmo (COCEI), y el Secretario Municipal, Óscar Cruz López, acaparan la ayuda en Juchitán.
No son los únicos, claro, pues lo hacen políticos de todos los partidos incluyendo al PRI-gobierno, como ocurre con la Directora de Atención Ciudadana, Mariuma Munira Vadillo.
Ha sido muy criticado en las redes sociales que incurriendo en tráfico de influencia, dicha funcionaria recibiera atención prioritaria del Subsecretario de Obras Públicas, Pascual Luz Orea Morán para reparar su vivienda en Salina Cruz.
Al mismo tiempo, la reportera istmeña Roselia Chaca, quien denunció en su muro de Facebook el agandalle de habitantes de un fraccionamiento que sin necesidad de tiendas de campaña se quedaron con éstas.
Hasta cuándo el ex gobernador Gabino Cué y su vicegobernador Jorge Castillo abusarán de la prudencia y paciencia de Alejandro Murat. El tiempo se les escapa como agua entre las manos.
Castillo Díaz es investigado por la Fiscalía Especializada en Materia de Combate a la Corrupción de Oaxaca por el delito de enriquecimiento ilícito, pues se ha documentado que robó 14 mil millones de pesos del erario de Oaxaca, durante los años 2012-2014.
Entre los presta-nombres para abrir cuentas en Bancomer se encuentra su hermano, Antonio Castillo Díaz, y otros presuntos familiares identificados como Alejandrina Díaz Rodríguez y Graciela Adriana Díaz Rodríguez. En Scotiabank y HSBC abrieron cuentas sus amigos, Miguel Carranza Guasch, Claudia Montserrat Calleja Gómez y Jorge Guillermo Ramírez Bolaños.
De los presta-nombres, el más conocido es Carranza Guasch, quien en la administración de Gabino Cué trabajó en la Secretaría de Gobierno, en el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (Ieepco) y en el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (Ieepo).
También tienen cuentas millonarias la esposa de Castillo, Adriana Gutiérrez, e incluso utiliza el nombre de sus hijos, Emilio y Santiago, al igual que sus cuñados, Iván y José Manuel.
En las cuentas abiertas con el nombre real de Castillo, los presta-nombres aparecen como beneficiarios. En las que abren ellos, el beneficiario es el operador de Gabino Cué, Jorge Castillo.
De manera más que irónica, paradójicamente, Alejandro Murat tiene la enorme oportunidad histórica de acelerar la reconstrucción de Oaxaca al recuperar ese dinero, mediante la aplicación de la Ley de Extinción de Dominio en contra de Gabino Cué y su mafia de probables ladrones.
La confiscación del dinero y bienes muebles e inmuebles adquiridos con el saqueo del Gobierno de Oaxaca, se facilita con las investigaciones nacionales y en Estados Unidos que tienen claramente detectadas las numerosas cuentas bancarias en México y la Unión Americana.
En diversos medios informativos se dio a conocer recientemente que Jorge Castillo presentó una queja contra el agente del Ministerio Público que lo investiga por el presunto desvío de 14 mil millones de pesos del 2012 al 2014, pero fue desechada.
El fiscal anticorrupción, Jorge Emilio Iruegas Álvarez, aceptó que el ex operador político y económico de Gabino Cué es investigado por presunta malversación y desvío de millones de pesos durante la administración coalicionista pasada.
El representante especial informó que antes de su nombramiento ya existían abiertas dos carpetas de investigación. A estas quería tener acceso Castillo Díaz, pero le fue negada la petición.
Iruegas Álvarez manifestó que el 4 de septiembre pasado, el Juzgado Segundo de Distrito abrió el expediente 974/2017 donde Jorge Enrique Castillo Díaz se querellaba contra el agente del Ministerio Público de la Mesa 1 del Sistema Adversarial, adscrito a la Fiscalía Especializada en materia de Combate a la Corrupción. Esa queja fue desechada.
Al día siguiente, el juzgado resolvió: “Al actualizarse la causal de improcedencia analizada, con apoyo en el diverso 113, de la Ley de Amparo, por notoriamente improcedente, de plano, se desecha, la demanda de garantías”.
Según documentos en poder del diario El Financiero, el operador financiero de Gabino Cué tiene estados de cuenta del Broadway Bank mediante los cuales maneja millones de dólares.
Por ejemplo, en septiembre de 2015 tenía un balance de más de 14 millones de dólares, que en octubre subió a casi 18 millones y en diciembre llegó a 24 millones 430 mil dólares.
Pero también están los estados de cuenta de la hermana del ex gobernador, Gabriela Cué, del mismo banco, quien en diciembre de 2015 tuvo un balance de diez millones 780 mil dólares.
El Financiero reveló la existencia de 26 cuentas a nombre de Castillo Díaz o de sus cercanos, abiertas entre 2010 y 2014 en instituciones bancarias como Bancomer, Scotiabank y HSBC.
Los depósitos en los tres bancos con capital extranjero mayoritario suman 7 mil 401 millones 27 mil 467 pesos. El 84 por ciento de éstos se realizaron en 20 cuentas abiertas en 2014.
En el año 2000, cuando trabajaba en la Secretaría de Gobernación al lado del ex gobernador Diódoro Carrasco Altamirano, el salario de Jorge rondaba escasamente los 12 mil pesos.
Desesperado porque la lumbre del combate a la corrupción empieza a quemarle los aparejos, Castillo busca comprar impunidad a cambio de ofertar varios miles de millones de pesos.
Según el diario, cables de la embajada de Estados Unidos mostraban una historia que inició el 15 de abril de 2015, cuando la oficina de Hacienda de ese país envió una alerta previniendo sobre las operaciones irregulares de dinero por parte de Jorge Castillo Díaz en bancos de Estados Unidos, en los que incrementó significativamente sus depósitos.
Según la investigación norteamericana, el dinero provenía de prácticas corruptas, una de las principales es lavado de dinero y anunció que se instruyó al Federal Bureau of Investigation (FBI) para buscar y localizar propiedades del operador de Gabino Cué en Estados Unidos.
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