Hay suficientes elementos de juicio objetivos para advertir a tiempo, no a toro pasado, sobre los riesgos de la injerencia del imperio capitalista y socialista en el actual proceso electoral federal, para imponer a sus candidatos presidenciales en México.
De ahí la trascendencia vital, es decir, asunto de vida o muerte, de supervivencia como país, de lanzar un grito de alerta, oportunamente, a la conciencia de los mexicanos, antes de las elecciones del próximo primero de julio: ¡Ahí vienen los rusos!, máxime ahora que Vladimir Putin, se reeligió por cuarta ocasión.
Este no es solo un concepto de la guerra fría que ha sido puesto en el escenario a propósito de las revelaciones de la CIA sobre intervenciones rusas, a través de Internet y con el incesante activismo político de la prensa que mueve el Kremlin, RT, entre otros.
Pero como por tercera ocasión consecutiva será derrotado, Manuel Andrés López Obrador (MALO), amenazó ya a los mexicanos con soltar al tigre, durante la reunión con los plutócratas dueños de la riqueza nacional desde la Asociación de Bancos de México.
Sus palabras obligaron a recordar la declaración vertida por el politólogo John Ackerman, ideólogo de Manuel Andrés López Obrador, y quien en febrero de 2018, compartió un tuit de un usuario oaxaqueño que aseguró que habría “chingadazos”, si AMLO no gana las elecciones presidenciales del próximo 1 de julio.
Y quién representa el tigre, pues nada más ni nada menos que los capos, sicarios, activistas y milicianos de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y de las cientos de organizaciones sociales radicales y grupos armados que apoyan a MALO.
No se trata de ninguna exageración, simple fobia o solo producto de la guerra sucia político-electoral. Es el “modus operandi” de las organizaciones radicales como Los Atenco, Los Cegeacheros, Los Pancho Villa y Los Pantera del Movimiento de Regeneración Nacional.
En Oaxaca cuentan con la Sección XXII de la CNTE, la Coordinadora Estudiantil Normalista del Estado de Oaxaca (CENEO) y las células armadas de las organizaciones sociales radicales que con estrategia y tácticas guerrilleras mantienen activa su permanente capacitación, a través de marchas, bloqueos, toma de oficinas y retención de funcionarios.
Si Estados Unidos y Rusia continúan disputándose el control del mundo, como está ampliamente documentado en los conflictos de los países de Medio Oriente, especialmente en Siria, así como en Asia y Europa, obligada y necesariamente lo hacen en América Latina.
Es lógico y natural concluir, entonces, que ambos imperios globales tienen sobrados motivos geopolíticos para intervenir en México, como de hecho ha ocurrido históricamente desde hace muchos años, para influir en su proyecto de nación, rumbo y destino.
Es una burda mentira sostener que única y exclusivamente el imperio norteamericano interviene política, económica y socialmente en México, y no lo hace el imperio socialista-comunista de Rusia, China, Corea del Norte, Cuba y Nicaragua.
Para contrarrestar las críticas contra Manuel Andrés López Obrador y el Movimiento de Regeneración Nacional, frecuentemente se echa mano del expediente fácil de negar y cerrar los ojos a la realidad, y descalificar a quienes les cuestionan.
Es una perversa maniobra muy manida, por manoseada, al mantener una actitud evidentemente maniquea, en el sentido que solo lo que dice MALO y sus corifeos es verdad, además que todos son corruptos menos él y sus cómplices, cuando está probado que lo son.
Conducta semejante al afirmar que única y exclusivamente hay democracia si se reconocen sus supuestos o reales triunfos, en caso contrario, Manuel Andrés López Obrador y Morena, seguirán denunciando con gritos estentóreos que hubo fraude y le robaron el triunfo.
Los espías mexicanos, entre los cuales destaca el ex presidente Luis Echeverría Álvarez, con clave Litempo 2, han sido indoctrinados y entrenados por la CIA en la desaparecida Escuela de las Américas, en Panamá, y en los propios Estados Unidos.
Así también, baste recordar que los activistas y milicianos comunistas mexicanos y oaxaqueños han sido indoctrinados en el marxismo-leninismo y entrenados en la guerra de guerrillas en la Universidad Patricio Lumumba de Moscú.
Pero, también, lo han sido en China, Corea del Norte y Cuba, como también en un momento dado lo han sido en Guatemala, El Salvador y Nicaragua y, actualmente, por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
No hay que olvidar que guerrilleros mexicanos, como Lucía Andrea Morett Álvarez, quien dirigió la guerrilla en la APPO, en la revuelta de 2006 en Oaxaca, resultaron heridos por la Fuerza Aérea Colombiana en la destrucción del campamento de las FARC en San Andrés de Sucumbíos, Ecuador.
Lucía Morett resultó herida en un ataque de militares colombianos contra un campamento de las FARC en Ecuador, en marzo de 2008, en el que murieron al menos 26 personas, entre ellas Luis Édgar Devia, alias Raúl Reyes, entonces número dos de esa guerrilla.
La computadora del comandante Raúl Reyes y numerosos documentos asegurados en el campamento de las FARC, permitieron confirmar los nexos de éstas con grupos armados que operan en México y con el narcotráfico, particularmente, en Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Veracruz.
Asimismo, en el campamento bombardeado, en el que perdieron la vida cuatro guerrilleros mexicanos, compañeros de Morett, se llevaba a cabo un «reentrenamiento con el propósito de reforzar los conocimientos de índole ideológica», con participación de chilenos y mexicanos.
Los soldados colombianos habrían hallado en la zona libros y revistas editadas en México de doctrina comunista y política, y cuadernos supuestamente escritos por los mexicanos.
Dada su estratégica posición geopolítica global como corredor interoceánico, consecuentemente, Oaxaca, ha sido a lo largo de la historia un apetitoso botín para todos los imperios, empezando por España, Francia, Inglaterra y por siempre, Estados Unidos
De ninguna manera esta aseveración es ciencia ficción, producto de la simple imaginación de una mente calenturienta, sino por el contrario real politik, toda vez que se puede confirmar con los sucesos históricos acontecidos en México y Oaxaca.
A quienes lo duden, a la vista de todos están los primeros brotes de violencia contra los funcionarios de los órganos electorales, los árbitros del actual proceso electoral federal, con el propósito de aterrorizarles, inmovilizarles y manipularles.
Un grupo de ciudadanos de San Juan Mazatlán, Mixe, vandalizaron las sedes del Tribunal Electoral del Estado de Oaxaca (TEEO) la tarde del pasado viernes. ¿Realmente actuaron éstos indígenas mixes voluntariamente o por propia iniciativa?
Es por demás evidente, público y notorio que no lo hicieron de motu proprio, sino movidos por la mano negra que mece la cuna de la violencia política en Oaxaca, con el mezquino objetivo de desestabilizar las instituciones y provocar ingobernabilidad en el Estado.
Altamente positivo resultará que las investigaciones de los actos de vandalismo en las instalaciones del Tribunal Electoral del Estado de Oaxaca incluyan identificar la mano negra de guerrilleros que asesoran a las comunidades mixes, a fin de crear bases de apoyo y células armadas. Los nombres son ampliamente conocidos.
Los manifestantes mantenían tomadas desde la mañana del viernes las sedes del tribunal, y por la tarde ingresaron a la sala de sesiones, donde los magistrados resolvieron en contra la impugnación presentada por el grupo liderado por Italo Feliciano Madrigal.
Esta situación provocó que el grupo inconforme acordara vandalizar las instalaciones de las sedes del Tribunal Electoral del Estado de Oaxaca.
Los manifestantes rompieron cristales, equipo de cómputo y de oficina, que se encontraba dentro de las instalaciones, además que lanzaron sillas a los magistrados.
Afuera del recinto destrozaron los logotipos que conforman las siglas del TEEO y abollaron una parte de la puerta del acceso principal. Por el hecho violento, afortunadamente, no se reportó ninguna persona lesionada.
Ha trascendido que los daños en el tribunal alcanzan un monto de varios miles de pesos, por lo que se interpuso la denuncia correspondiente al respecto ante la Fiscalía General del Estado.
El grupo de Italo Feliciano Madrigal buscaba dar revés al triunfo de Macario Eleuterio, ocurrido en octubre pasado. Tras los actos de vandalismo, los manifestantes salieron en marcha a bloquear cruceros estratégicos de la capital.
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