CRÓNICA POLÍTICA: Que a AMLO no le pase lo de Cué

Tras recibir la constancia de mayoría que lo acredita como Presidente Electo de los Estados Unidos Mexicanos, el morenista Andrés Manuel López Obrador prometió no entrometerse en las decisiones de los órganos autónomos y de los impartidores de justicia.

¿Fue solo discurso a manera de cortesía con los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) a propósito de la calificación de elección en la cual compitió como candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia” (Morena-PT-PES)?

¿O es un firme propósito del ahora Presidente Electo? Si fuera el caso, pues excelente. Ya había generado incertidumbre respecto a la independencia con que deben conducirse los consejeros electorales nacionales y locales, así como los magistrados.

Ello debido a su airado reclamo a los consejeros del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) por la sanción a Morena derivada del uso de un fideicomiso paralelo a las fuentes de financiamiento legales, arremetiendo parejo hasta en contra de sus afines.

La actitud de AMLO se vio tan de jefe político a la usanza priista que hasta asustó a algunos consejeros, quienes salieron a decir estar dispuestos a dialogar con Morena sobre el tema. ¿Miedo a ser removidos del cargo, incluso borrados mediante otro cambio de modelo electoral vía una reforma?

Públicamente todo quedó en reclamo. De pronto las aguas amainaron. ¿El jefe político morenista enviaría palomas mensajeras y halcones amenazantes a los consejeros y de paso a los magistrados del TEPJF para no hacer segunda a los consejeros electorales?

Confiemos en que una vez recibida su constancia de mayoría como Presidente Electo, cumpla su promesa hecha (en el acto mismo) de no entrometerse en las decisiones de los órganos autónomos y jurisdiccionales.

La democracia no se agota en las urnas electorales en una sola elección.

Y tan lo sabe que se pronunció a favor del Estado Democrático de Derecho, que a punta de votos está exigiendo el pueblo mexicano. Y si AMLO no cumple ya vendrán los ajustes de cuentas en próximas elecciones federales y locales, con el riesgo de acciones violentas.

Escenario que no conviene a AMLO ni al país. Ya pasó a la historia por haber sido el primer hombre de izquierda en ganar una elección presidencial en México y de una manera tan contundente que no dejó margen de movilización ni de impugnación procedente; que no pase a la historia como el peor de los gobernantes.

Miren el ejemplo de Oaxaca donde en el 2010, una coalición conformada por el PRD, el PAN, el PT y Convergencia llevaron al triunfo a Gabino Cué Monteagudo, de origen priista y según proclive a la izquierda, quien generó tantas expectativas de cambio como grande fue la desilusión.

Y el llamado gobierno de la “transición democrática” resultó un rotundo fracaso; Gabino salió como el peor gobernador de la entidad y sus aliados salieron hinchados de dinero.

¿Qué pasó? Solo ellos lo saben, pero era evidente que con sus honrosas excepciones sus funcionarios y colaboradores extra legales hacían todo tipo de negocios; los órganos autónomos se partidizaron y el Congreso Local se corrompió en grado máximo.

Cué compartió poder repartiendo el Ejecutivo mediante cuotas en su gabinete legal y ampliado. Co-gobernó con sus aliados partidistas y fácticos. El resultado su el caos. Dejó a Oaxaca con movilizaciones magisteriales y sociales, y en crisis económica (esto último según dijo en su momento el gobernador entrante, Alejandro Murat Hinojosa).

Gabino parecía dejar hacer, dejar pasar; hasta proyectaba debilidad de carácter. ¿Realidad? ¿O mera pose para esconder acciones inconfesables?

En fin, esperamos que a AMLO no le pase lo de Cué, sería muy lamentable para el país. López Obrador lo sabe porque en principio mucho ayudó al entonces Gobernador de Oaxaca; incluso, la fuerte presencia del tabasqueño fue determinante en su triunfo.

(Después, López Obrador públicamente le retiró su respaldo político, sobre todo cuando Cué dio el golpe de timón en materia educativa, quitándole el control a la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación).

Y para que no le pase lo mismo, AMLO debe cuidarle las manitas a los morenistas y aliados tanto en el orden federal como en el local. Porque pululan quienes ya se frotan las manos para atracar al pueblo mexicano.

ELBA ESTHER

Las instancias competentes, Morena y los colaboradores de AMLO dirán, como han dicho, que éste nada ha tenido que ver con la liberación de Elba Esther Gordillo.

¿En serio?

Pues qué bueno que la profesora fue puesta en libertad en la víspera de la declaratoria de Presidente Electo, porque si hubiera ocurrido horas después, de nada hubiera servido la promesa de López Obrador de no entrometerse en las decisiones de los órganos de justicia.

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