Shenzhen (China), 7 de marzo de 2019. – El fabricante chino de equipos de telecomunicaciones Huawei ha anunciado hoy que ha presentado una demanda ante un tribunal federal de Estados Unidos, que impugna, alegando su inconstitucionalidad, la sección 889 de la Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA, por sus siglas en inglés) de 2019. A través de esta acción, Huawei busca un fallo declarativo que establezca que las restricciones dirigidas a Huawei son inconstitucionales y una medida cautelar permanente contra estas restricciones.
«El Congreso de Estados Unidos ha fallado en repetidas ocasiones al presentar pruebas que respalden sus restricciones impuestas a los productos de Huawei, por lo que nos vemos obligados a tomar esta acción legal como último recurso», ha dicho Guo Ping, presidente rotatorio de Huawei. «Esta prohibición no solo es ilegal, sino que también impide a Huawei participar en una competencia justa, perjudicando en última instancia a los consumidores estadounidenses. Esperamos el veredicto del Tribunal y confiamos en que sea beneficioso tanto para Huawei como para el pueblo estadounidense”.
La demanda fue presentada en un Tribunal de Distrito de los Estados Unidos en Plano, Texas. Según la reclamación, la sección 889 de la NDAA de 2019 no solo prohíbe a todas las agencias gubernamentales de EE.UU. comprar equipos y servicios de Huawei, sino que también les impide contratar u otorgar subvenciones o préstamos a aquellos que adquieran equipos o servicios de Huawei, sin ningún proceso ejecutivo o judicial. Esto infringe las cláusulas relativas al escrito de proscripción y confiscación y al debido proceso. También viola los principios de separación de poderes consagrados en la Constitución de Estados Unidos, porque el Congreso, al tiempo de legislar, trata de juzgar y ejecutar la ley.
Song Liuping, jefe de asuntos jurídicos de Huawei, ha subrayado que «la sección 889 se basa en numerosas proposiciones falsas, no probadas y no verificadas. En contraposición a las premisas del estatuto, Huawei no es propiedad del gobierno chino ni se encuentra bajo su control o influencia. Además, Huawei tiene un excelente historial y sólidos mecanismos de seguridad. Hasta la fecha, Estados Unidos no ha dado a conocer ninguna prueba contra Huawei en esta materia».
«En Huawei, estamos orgullosos de ser la empresa más abierta, transparente y escrutada en el mundo», afirmó John Suffolk, CSO de Huawei. «Huawei tiene integrados mecanismos de seguridad en el desarrollo y despliegue de sus productos, lo cual ha asentado un referente con estándares de elevado nivel que pocas empresas pueden igualar».
Desde la perspectiva de Huawei, las medidas restrictivas de la NDAA impiden que la empresa proporcione tecnologías 5G más avanzadas a los consumidores estadounidenses, lo que retrasará el despliegue comercial de 5G y la mejora de sus prestaciones en Estados Unidos. Adicionalmente, los usuarios en las regiones rurales y remotas del país se verán obligados a elegir entre la financiación gubernamental y los productos de alta calidad y precios asequibles, lo cual dificultará la actualización de la red y ampliará la brecha digital. Peor aún, las restricciones impuestas a Huawei ahogarán la competencia, haciendo que los consumidores estadounidenses paguen precios más elevados por productos de menor calidad.
De acuerdo con las previsiones de fuentes de la industria, de permitir a Huawei competir en el mercado, se reducirían entre un 15% y 40% los costes de la infraestructura de telefonía móvil, ahorrando por lo menos 20.000 millones de dólares a los operadores de Estados Unidos durante cuatro años.
Guo Ping ha añadido, «si se anula dicha ley, como debería ser, Huawei tendrá la oportunidad de llevar a sus clientes estadounidenses tecnologías punteras para construir la red 5G más avanzada. Huawei está dispuesta a abordar las preocupaciones de seguridad del gobierno de Estados Unidos. Levantar la prohibición de la NDAA permitirá al gobierno estadounidense trabajar con Huawei para resolver los verdaderos problemas de ciberseguridad”.