Lesvy sufría síndrome de indefensión aprendida

En sus últimos meses de vida, Lesvy Berlín Rivera Osorio sufrió del síndrome de indefensión aprendida ante la violencia emocional y física que enfrentó con su novio Jorge Luis González, presunto autor de su muerte ocurrida el 3 de mayo de 2017, concluyó Ximena Antillón, especialista en feminicidios.

Al continuar la audiencia del juicio oral del proceso que se sigue a Jorge Luis González por feminicidio en el Reclusorio Oriente, la psicóloga recordó que amigos de Lesvy refieren que la occisa se alejó de ellos ante los celos del ahora imputado.

En su declaración, resaltó que la joven de 22 años vivió en los últimos meses una escalada de violencia rápida, en donde, según testimonios, sus amigos eran objeto de insultos, celos y violencia, situación que Lesvy justificaba aludiendo la situación de Jorge Luis con sus padres.

«No pudo dimensionar la escala de violencia que estuvo enfrentando», subrayó la especialista, al tiempo de referir que de acuerdo a testigos la joven se volvió sumisa, con un deterioro físico, pues había bajado de peso.

En su opinión, para Jorge Luis su novia era de su propiedad. Sus celos se detonaban cada que había una presencia masculina; «no podía relacionarse con nadie más que con él».

Rechazó que Lesvy sufriera depresión, pero no dimensionó la violencia de la que era objeto para poderse salvar.

La especialista en materia de feminicidios insistió que el perfil de Lesvy no era de una personalidad depresiva, tenía planes de estudiar lenguas francesas y «no es consistente esa hipótesis de suicidio y sí de feminicidio».

Además, resaltó que la situación de aislamiento y violencia contra Lesvy se hacía más grave con el consumo de alcohol y drogas de su novio.

Advirtió que Jorge Luis controlaba todo, incluidas sus redes sociales, además la vigilaba cuando estaba con sus amigas.

En ese contexto, la activista de derechos humanos y socióloga María de la Luz Estrada Mendoza aseguró que el aislamiento es un factor de violencia y riesgo de un feminicidio.

La también coordinadora ejecutivo del Observatorio Ciudadano Nacional contra el Feminicidio consideró que hay razones de género, de «un feminicidio íntimo».

Reconoció que el alcohol y las drogas se convirtieron en un mayor riesgo para la occisa, quien en los últimos seis meses fue objeto de violencia permanente que provocó el feminicidio.

El Tribunal Colegiado de Justicia de la Ciudad de México, integrado por tres jueces, citó a nueva audiencia del juicio oral el 26 de septiembre para continuar ahora con los testigos del imputado y poder desahogar los alegatos finales de este caso.

Por Gloria Islas Rodríguez

NTX/GIR/JRD/MMH