Su detención cerca de Plaza Navona, la pelea en una hostería por un plato de alcachofas, y sus amantes, se incluyen entre las anécdotas de la vida del maestro del claroscuro Caravaggio en Roma (1596 a 1610) , ciudad de la que acabó huyendo tras batirse en duelo y matar a su contrincante.
La muestra «Roma, Tras los pasos de Caravaggio» , que se presentó hoy y permanecerá abierta hasta el 19 de junio, propone un itinerario para recorrer a pie en el corazón de Roma, los lugares donde se desarrollaron los episodios humanos y artísticos del autor, reconstruidos por documentos de archivo y mapas del XVII.
«Se trata de una especie de viaje en el tiempo que recorre la vida atormentada del maestro, en una Roma que permanece casi igual a aquellos casi diez años que habitó Caravaggio en ella, los más intensos y los más creativos de su vida» , dijo la comisaria Rosella Vodret.
El rastreo del maestro comienza en el Palacio Madama, actual sede del Senado, donde un joven y empobrecido Michelangelo Merisi di Caravaggio (1571-1610) , fue recogido por el cardenal Del Monte y bajo cuya influencia fue contratado para decorar la Capilla Contarelli de la iglesia San Luis de los Franceses con «El Martirio de San Mateo» y «la Vocación de San Mateo» , donde pintó a un santo rudo, como un campesino, de gran realismo barroco emocional.
Era entonces Caravaggio, según las descripciones de sus coetáneos aportadas en la muestra, «de justa estatura más grande que gordo, no muy blanco de cara ni tampoco muy moreno,…. viste de medio paño negro no muy bien y porta un sombrero negro» .
La concurrida Piazza Navona fue teatro de numerosas agresiones y arrestos que tuvieron a Caravaggio como protagonista: en una ocasión fue detenido por uso de armas en lugar público (1598) y algún año después, agredió al notario Pasqualoni en defensa de Lena Antognetti, su amante.
La Via de la Scrofa es de obligado recorrido como lo hizo en su tiempo el autor barroco para visitar tiendas de artistas, barberías, artesanos, además de ser también escenario de más de una de pelea en su tumultuosa vida.
«Era un hombre de carácter fuerte y decidido a aflorar de la masa de pintores que habitaban en Roma» , agrega la comisaria.
El pintor utilizaba prostitutas para encargos religiosos, como su amante y modelo la bella Lena, que posó para la Madonna de los Palafreneros, que se admira en la iglesia de San Agostino, y mujer por quien hirió a un rival.
El pésimo carácter y lo porfiado del maestro del claroscuro lo demuestra la famosa riña con un mozo de la hostería del Moro en 1604, cuando estando delante de un plato de alcachofas pregunta al mozo cuáles tenían aceite y cuáles a la mantequilla, a los que el muchacho responde que lo descubriera probándolas.
Como no podía ser menos en Caravaggio, le lanzó el plato a la cara y lo persiguió con la espada en ristre por toda la hostería.
Los alrededores de la iglesia de Ambrogio e Carlo, en vía del Corso, eran entonces lugares de mala fama y frecuentada por gañanes y cortesanas.
El maestro, de quien también se aborda su supuesta homosexualidad, cortejó también a Fillide, Anna y Menucuccia, prostitutas retratadas entre 1597 y 1606.
La mala vida y los burdeles, las riñas por cuestión de mujeres eran muy habituales en Roma, donde las meretrices acudían ante el reclamo de diplomáticos, peregrinos, eclesiásticos y hombres de negocios, refirió la comisaria.
Caravaggio, ya reconocido, «cuando había trabajado un par de meses de marchaba a menudo con la espada a la cadera y el siervo detrás, y se va de un juego de pelota a otro, muy inclinado a los duelos y a broncas» , refiere un contemporáneo.
Un día de duelo se convirtió en tragedia al matar a Ranuccio Tomassoni, entonces Caravaggio se fugó a Nápoles y a las islas del Mediterráneo.
La locura de los últimos años le dañó la mente y la muerte le sorprendió a los 38 años solo y desesperado. Es la historia de un genio que vivió peligrosamente y «por eso emana tanta fascinación en los estudiosos contemporáneos» , concluyó la comisaria.
Agencia El Universal